La casa está ubicada al sureste de Queensland, en la costa este de Australia y está diseñada de modo que interior y exterior se funden en uno llegándose a olvidar donde acaba lo uno y donde comienza lo otro. La paleta de color está inspirada en los colores del mar con azules turquesa y aguamarina que se mezclan con toques rústicos de madera y piedra, junto con otros accesorios más sofisticados como corales naturales, jarrones de cerámica, vasos de vidrio y obras de arte.
Dos lámparas de araña hechas con palos de madera dominan la estancia principal que se caracteriza por unos techos altos que dan sensación de inmensidad y grandes ventanales que permiten la entrada de luz natural en abundancia e inundándolo todo.
Los maravillosos suelos de roble americano tintados en un tono oscuro sirven de contraste con el blanco imperante y aportan al ambiente la nota de calidez justa para que el espacio se vea acogedor y confortable.
A una amplia habitación al otro lado de la piscina se le ha dado un toque más tropical, con cojines de estampado de palmeras, arreglos de cocos, grabados y obras de arte que evocan lo exótico y que imprimen a la estancia el más puro estilo del Caribe.
via Queensland Homes
Una casa con auténtico espíritu playero, ni tan relajada como las de estilo Mediterráneo, ni tan sofisticada como las de estilo Coastal Glam, pero que reúne todo lo necesario para pasar unas vacaciones inolvidables.
¡Esperamos os haya gustado y os sirva de inspiración!
InExIns, Inspírate, Contacta, Comparte y Crea!