Hoy os vamos a enseñar un proyecto que aunque a simple vista parezca fácil, el proceso ha sido bastante complejo pero creemos que el resultado ha merecido la pena.
Manuel se puso en contacto con nosotras después de varios intentos fallidos de encontrar a alguien que pudiera llevar a cabo lo que él necesitaba y tenemos que confesar que nosotras tuvimos nuestras dudas pero aceptamos el riesgo.
Empezando por la parte sencilla, se redistribuyeron las columnas rectas para poder incluir una nevera alta y una pequeña vinacoteca además del almacenaje y el micro que ya existían. Otro de los puntos era disimular la caldera. Para ello se igualó la puerta al resto de la composición, lo que conllevó hacer un arreglo en la candileja curva del techo. Como os comentamos es una obra que en esencia parecía fácil pero que tenía miles de pequeños detalles que ejecutar con mucho cuidado.
El reto en la parte curva venía dado por la encimera de piedra que se quería conservar. Como se vio que era imposible quitar los cascos de los muebles sin que la piedra corriese peligro, lo que se hizo fue retirar las puertas antiguas y lacarlas en el tono exacto del nuevo mobiliario de la parte recta.
Cómo veis son pequeños cambios que a simple vista no se aprecian pero una vez están hechos cambian la percepción de la cocina, pero sobre todo su usabilidad haciéndola mucho más cómoda.
Queremos agradecerle a Manuel el haber confiado en nosotras para este trabajo y esperamos que disfrute mucho de su cocina. Ha sido un placer trabajar con él, tenía las cosas muy claras y eso siempre ayuda en el proceso.
¿Qué os ha parecido? ¿Algún pequeño cambio para adaptar vuestra cocina a vuestras necesidades? ¡Os esperamos!
El equipo emmme +1
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Fuente: este post proviene de desde Babia_el blog de Emmme Studio Interiorismo, donde puedes consultar el contenido original.
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