El blanco y la madera son una excelente alternativa para cualquier cocina, ya que se complementan perfectamente y son fácilmente combinables con cualquier acabado o elemento decorativo de su entorno.
Si en el diseño predomina el blanco, un toque de madera ayudará a darle la calidez necesaria para darle vida a todo el conjunto y evitar que se note algo insípida.
Si por el contrario, la madera ocupa la mayor superficie, un punto de blanco suavizará la estética de todo el grupo, haciéndola menos pesada a la vista.
Los materiales pueden ser desde los diversos laminados que se encuentran en el mercado, hasta lacados brillantes o mates, en el caso de los blancos.
En cuanto a las maderas -que también pueden ser laminados, que las imitan perfectamente- las más recomendables son chapas de tonos medios como el roble, cerezo, olmo, nogal, teka y castaño, entre otros, para lograr un contraste que luzca espectacular.
Como podemos ver a continuación, la madera puede ser utilizada en la encimera, en la pared, en los muebles, en una barra o mesa e incluso como revestimiento en la pared. Además, no hay una norma que impida incluirla en cualquier diseño y que se vea estupendo. Solo el buen gusto y nuestra imaginación son los límites.
Vía: Delta Cocinas, Design me too, Dica, Doimo, Egidemeertens, Elbau, Elia furniture, Elmar cucine, Ernestomeda, Gicinque, Homesquare, Behance, Leich, Lineaquattro, Livingbox, Mobalco.
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