Para cambiar de hábitos lo primero es saber que se necesita tiempo para hacerlo. Pero que con la motivación y la constancia necesaria lo lograrás. Pensar en los beneficios que te va a producir, en cómo mejorará tu día a día, en todo lo qué vas a conseguir con ese cambio te dará alas para lograrlo. Además te digo una cosa: El mejor día para comenzar a asumir un buen hábito es HOY.
Modificar hábitos parece complicado y , lo es sino estás convencido/a de hacerlo. No sirve de nada querer iniciar un cambio cuando ni tú mismo/a te lo crees. Es importante encontrarle sentido, pensar en positivo para lograrlo. En definitiva, creérselo. Porque sino es así por mucho que lo intentes acabarás por abandonar sin el resultado buscado.
Esta es mi primera recomendación: No empezar sin estar totalmente convencido/a, porque acabarás frustrado/a. Prepara el terreno para encontrar la motivación que te falta. Piensa en cómo mejorará tu estilo de vida y te dará ese bienestar que buscas.
#1. Ser conscientes de que debemos cambiarlos.
Podemos pasarnos años teniendo la sensación de hacer lo mismo una y otra vez, quejándonos de que no llegamos a todo y de que nos faltan horas en el día. Es el momento de parar para analizar el porque de todo eso. De localizar la raíz del asunto. Pregúntate que es lo que no funciona, lo que te atasca, lo que te roba el tiempo.
¿Por qué después de tantas horas tienes la sensación de no haber avanzado?, tanto esfuerzo para tan poco resultado. Tómate el tiempo para pensarlo. Seguro que tienes asumidos (malos) hábitos sin darte cuenta. Empieza por ahí y tendrás mucho ganado. Es necesario salir de esa zona de confort que todos nos creamos por mal que nos vaya para reorganizarnos e iniciar el proceso del cambio.
#2. Detectar qué es lo que no funciona.
No te dejes llevar por la inercia, por esa forma de hacer las cosas que has establecido, todo se puede cambiar. ¡Sólo tienes qué creer que puedes hacerlo!. Necesitas asumir que es así para dejar de tener la sensación de que la casa puede contigo, es el momento de desterrar el sentimiento de que nunca vas a lograr tenerla como te gustaría.
Se sincera contigo misma, estás a punto de encontrar la respuesta, de detectar qué falla en el sistema de organización que has establecido en tu hogar. Esté claro que hay rutinas que no funcionan. ¡Párate a pensar!. Coge un papel y escribe qué es lo que crees que no funciona. Verlo escrito te hará verlo más claro.
#3. Nuevos hábitos que puedas asumir fácilmente.
Iniciar el proceso de un cambio parece complicado, pero en poco tiempo, y sin darte cuenta se habrá convertido en una forma habitual de hacer las cosas. Tómalo con calma, incorporar buenos hábitos es más fácil de lo que crees y lo que lograrás será un cambio de lo más positivo.
Incorporar un hábito lleva su tiempo, pero no tanto como el que piensas, dicen los expertos que son 21 días los que necesitamos para habituarnos a una nueva actividad. Aunque un estudio reciente habla de 66 días, pero eso da igual porque cada uno necesitaremos más o menos tiempo. No se trata de obsesionarse con cuánto voy a tardar sino de empezar, de entrenarse, de ser constantes, de insistir. Tal y como te propuse en el Reto de eliminación del 2, donde hacíamos un recorrido por la casa para eliminar esas cosas innecesarias que se acumulan en nuestras casa. Se trata de hacerlo sencillo, casi como un juego. De repetirlo una y otra vez, hasta convertirlo en un acto automático.
El hábito de formar el hábito lleva su tiempo y, así, debes entenderlo. La clave es la Constancia no hay otro secreto.
Empieza por concéntrarte en un solo hábito y observa el avance que vas haciendo. Déjate de multitareas, enfócate en uno solo. Es mejor comenzar con uno siendo constantes y pudiendo mantener la motivación, que con varios de los que acabemos renunciando al poco tiempo.
#4. Celebra tu avance diario
Algo que te recomiendo es llevar un registro donde poner por escrito tus avances diarios. Lo que has conseguido hacer cada día, es una forma de medir tus logros. Algo tan sencillo como colocar un papel en la nevera donde registrar si has cumplido con tu propósito diario. ¡Ah!, y si un día no cumples con el objetivo no pasa nada, siempre y cuando lo retomes inmediatamente. No lo postergues más.
Puedes evaluar a los 21 días si has logrado establecerlo como hábito, sino es así sigue sin perder la constancia. Estás a punto de lograrlo, cuando sientas que apenas te supone esfuerzo hacerlo es que lo has conseguido. Una vez que ese primer hábito se ha convertido en tal, es cuando debes pasar al siguiente.
¡Celebra tus avances!. Te lo mereces.
No te preocupes por el tiempo que te lleve asumir hábitos, unos serán más sencillos de incorporar en tu día a día que otros. Recuerda que la clave para formarlo es la repetición y la actitud. Este proceso hará que te conozcas mejor a ti mismo/a, descubriendo estrategias y habilidades que puedes desarrollar.
¿Qué buen hábito empezarás a incorporar en tu vida diaria?, ¿ Qué hábitos crees que debes modificar?.
Feliz día.
Cristina, Decoradora y organizadora de espacios
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