La madera es uno de los materiales casi imprescindibles en la decoración de un ambiente. Puede estar presente en los revestimientos y en los suelos, o en los muebles y complementos. Sea como sea, la clave del éxito reside en mezclar distintas maderas para lograr ambientes únicos.
Al combinar diferentes colores y texturas de madera se consigue añadir dinamismo y atractivo visual al ambiente. Y hay muchas formas de hacerlo. En este artículo vamos a contarte algunas de ellas. ¡Toma nota!
Cómo mezclar distintas maderas sin equivocarse
Una de las primeras cosas que has de tener en cuenta es la importancia de elegir una tonalidad dominante que defina la personalidad del ambiente en cuestión. Puede ser el color de los muebles, o del suelo. Esto le dará a la decoración una sensación de coherencia de gran valor.
Combina piezas raw con otras minimalistas
Los elementos de madera de corte raw están hoy de plena actualidad. Triunfa su toque imperfecto y su color irregular, y también esa apariencia realmente rústica y esencial. Son muchos los apasionados de este acabado de la madera.
Además de la textura, de la apariencia de las vetas de las distintas maderas, el dinamismo lo añaden los diferentes colores que cambian de unos tipos a otros. Puedes elegir maderas raw más oscuras y otras más pulidas y claras.
Pasión por los contrastes
Cuando dispongas los diferentes elementos de madera en el espacio, recuerda distribuirlos de una manera lógica y heterogénea. Mézclalos sin miedo y colócalos intercalados. Si lo haces de una forma demasiado homogénea, resultará poco equilibrada, un tanto caótica y difícil de comprender.
No escatimes con los tonos neutros
No hay mezcla igual que la que se consigue, por ejemplo, combinando blanco, gris y negro, con el color maravilloso del nogal o del roble. No renuncies a esta belleza.
La potencia del blanco
Por eso funciona tan bien esta mezcla que igual puede ser natural y sencilla, como elegante, lujosa y cosmopolita. De hecho, si tienes un mueble que es especial para ti pero sientes que su color o su apariencia parece no encajar en tu casa, no dudes en pintarlo de blanco. Ese color aportará luz y claridad al ambiente. Será un acierto seguro.
A la hora de pintar un mueble de madera, lo mejor que puedes hacer es recurrir a productos que te faciliten la tarea, como la chalk paint o pintura de tiza. Con ella no tendrás que preparar la pieza de ninguna manera especial. Bastará con que apliques la pintura, unas dos capas serán suficientes, para lograr esa textura aterciopelada y especial que aporta este tipo de productos. Atrévete a empuñar la brocha y verás qué cambio. Ese mueble que estaba tan estropeado, que tan pasado de moda te parecía, se ha convertido en una auténtica joya.
Ya ves que mezclar distintas maderas, lejos de ser extravagante o poco elegante, es una fórmula genial para lograr ambientes originales, dinámicos y llenos de vida. No te lo pienses y lánzate a la aventura.