Se trata de una cabaña noruega situada en la cima de una colina, rodeada de bosque. Una maravilla nórdica.
Un entorno así merece un interior que lo complemente…y bueno, como vas a ver, la antigua decoración de la casa resultaba de todo menos relajante. Unas manos de pintura y unos detalles elegidos con gusto han conseguido crear un gran cambio.
Antes y después de una casa de verano Noruega
El de la cocina es el primer cambio que vamos a ver. Empezando a lo grande. Contaba con unos fantásticos paneles de madera pintados en azul y rojo. El resultado, una cocina oscura, anticuada y desde luego nada relajante.
Mira ahora el cambio después de haber elegido unos colores suaves, mucho más acordes con la estética de la zona y que además llenan la cocina de luz:
Algo parecido sucede con el cuarto de baño. Y de nuevo una capa de pintura y eliminar parte del mobiliario pasado de moda ha conseguido crear un baño muy acogedor. Fíjate que se ha mantenido el armario y el lavabo…pero con muy buen criterio, se ha optado por cubrirlo.
Para terminar, vamos a ver el horroroso antiguo dormitorio principal (¿en qué momento alguien pensó que ese color azul podría resultar bonito?) y su versión renovada:
Todas las imágenes pertenecen a ladyinspirationblog
Está claro que aunque la mayor parte del peso de esta renovación recae en la pintura, los detalles son a su vez muy importantes. Con ambos se ha conseguido mantener la esencia de la cabaña. Un antes y después de 10, ¿no te parece?
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