Los fans de la serie Friends recordaréis un capítulo muy curioso y divertido en el que Chandler -que ya vivía en el piso de Mónica-, intenta sin éxito abrir la puerta de un armario que, la ordenada y metódica Mónica, tiene cerrado con llave. Cual es su sorpresa cuando al lograrlo se encuentra con un armario totalmente desordenado lleno de trastos hasta arriba…. ¡Me encanta ese capítulo!
Una de las máximas de la organización es que cada cosa debe tener su sitio, pero ¿cuántas veces no sabemos dónde poner ese móvil antiguo -pero que está nuevo- que no quieres tirar por si acaso te hace falta, o esa foto que no hace más que dar vueltas y pide un marco a gritos?…. En fin, cuántas cosas que han tenido su utilidad en un momento pero que ya no sabes donde ponerlas porque ya no las usas o han dejado de gustarte. O esas cosas que ya no encajan con la decoración minimalista con la que has renovado el salón…
Ante estas situaciones mi primera sugerencia siempre es deshacerse de aquello que ya no tiene sentido en nuestra vida, que tuvo su utilidad y cumplió su función y debe dejar sitio a nuevas cosas, a nuevas energías. Pero esto suele ser muy difícil para la gente, siempre hay un porqué, un recuerdo o un motivo para no deshacerse de nada o casi nada.
Las casas están llenas de esos trastitos. Por eso la idea del cajón desastre como terapia me sedujo. Un sitio en el que meter todas aquellas cosas que están dando tumbos y que cuando las ves por ahí te dan sensación de desorden. Esas cosas que no te atrevas a tirar -o al menos aún no-, porque con esta terapia te darás cuenta de que ya no son necesarias. Es como un paso previo a la decisión de deshacerte de ellas.
En el cajón desastre vale todo, y sabes que si buscas algo que no tiene un sitio asignado en la casa seguro que está ahí. Es el desorden dentro del orden, el Yin y el Yan, el equilibrio entre el caos y la armonía. ¡Pon un cajón desastre en tu casa y serás más feliz!. Y tú ¿qué terapias utilizas para mantener el orden en casa? ¡Me encantará conocerlas!
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