Son áreas que tienen una función muy concreta y donde no se pasa mucho tiempo en ellas, solo el que nos lleva la tarea para el que ha sido destinada. En realidad no tiene mucho sentido pensar así, pero parece ser que las áreas menos sociales son las grandes olvidadas.
No digo que sea necesario invertir una fortuna en decorar el área de lavado, pero con un par de detalles podemos lograr darle estilo y calidez, además de generar un ambiente totalmente renovado, teniendo la sensación de que se ha hecho una remodelación mayor pero escondiendo el secreto de que no se empleó un esfuerzo mayor.
Esto, a la larga genera un impacto superior en todo el hogar, ya que, aunque puede que no te hayas dado cuenta, el tener una decoración agradable en todo el hogar a excepción de pequeños puntos como la zona del lavado le resta valor al conjunto, ya que estos ambientes pasan a ser el verdadero centro de atención, desviando la mirada de las áreas que creemos tiene mayor interés.
Siempre volvemos al mismo lugar: el mercadillo
Es que para quienes el bricolaje es parte clave en nuestra vida, esos mercadillos y tiendas de segunda mano nos provén de materiales y hasta de ideas. El punto es encontrar una de esas antiguas tablas de lavar de madera, de las que se utilizaban anteriormente en los hogares de todo el mundo, la cual pasará en nuestras manos a tener una segunda oportunidad.
A veces no se encuentra ninguna y en otros momentos hay 7 juntas. Si tenemos suerte, a no dejarlas pasar, y su no, a volver otro día, que en algún momento surgirán y tendrás la oportunidad de hacerte con la necesaria para completar este proyecto de bricolaje.
Paso a paso de la elaboración
El primer paso, como siempre el lavar y retirar todo el polvo.
La vamos a colgar en una de las paredes del área de lavado pero no solo como algo decorativo sino que tendrá una utilidad, le vamos a poner un pequeño estante donde tendremos los elementos necesarios para el lavado.
Con una madera del tamaño adecuado y unas L de metal, procederemos a colocarlo. Debemos medir bien de modo que quede nivelado, luego perforamos con el taladro, colocamos los elementos de fijación y ya podemos atornillar. Calculemos bien las fijaciones para el peso que deberá cargar.
Solo nos resta el paso final. Una buena idea es pintarlo de blanco y luego lijar un poco para que se vea la madera. Algo que también puede quedar muy bien es escribir letras bonitas con un esténcil, plasmando algo agradable. Con dos tacos los fijamos a la pared del área de lavado, usando taladro y los tornillos correspondientes y trabajo terminado.