Y no solo hablamos del colchón, también importa el somier, la almohada, la ropa con la que vestimos la cama y el ambiente que la rodee. Hay infinitos sistemas de descanso, que es preciso conocer bien, para optar por el más adecuado. Eso sí, merece la pena elegir productos de calidad. Te ayudamos en la elección.
1. Un buen colchón: básico para elegir una buen cama
Es el elemento por antonomasia. Sin un buen colchón es imposible descansar bien Llo mas importante es que se adapte a las características del durmiente. La firma especializada Lomonaco da una serie de pautas para elegir un colchón con buen criterio.What do you want to do ?
New mailNo es fácil encontrar el colchón que se adapte perfectamente a los gustos y necesidades de cada persona. Y a la hora de elegir una buena cama, hay que decidirse también por el mejor colchón. La firma Lomonaco, especialista en el campo de descanso, da una serie de consejos prácticos para acertar de pleno.
Selecciona bien las dimensiones: El colchón adecuado para tu descanso debe ir acorde a tu altura y peso corporal, y si se comparte, este es de 75 cm. Elegir una buena cama lleva implícito que el colchón debe ajustarse (obligatoriamente) a las medidas de ésta, y por tanto a la de los durmientes.
Observa la firmeza del colchón: un colchón de firmeza media asegura que se respeten las curvas naturales del cuerpo. Cuando es muy duro o demasiado blando, la espalda puede forzarse. Por eso, el colchón debe ser firme, pero a la vez elástico y confortable.
Presta atención a los materiales: Una buena combinación de capas de materiales consiguen que el colchón adquiera el efecto deseado de comodidad y elasticidad para el cuerpo. Y también para mantener la temperatura perfecta. Sentir frío o calor durante la noche hace que se alteren las fases naturales del sueño, por lo que un buen colchón debe ofrecernos la temperatura perfecta. Para ver cuáles son las diferentes opciones de colchones, en este post tienes todas las posibilidades.
2. El somier, complemento perfecto
Es un complemento básico para tu colchón, así que elegir la mejor cama está en relación directa con que el somier sea también el adecuado para dicho colchón y el bastidor de aquella. A modo de resumen, te damos unas claves que la firma Adara Home destaca para orientarte en la compra.Lo indicado es comprar el colchón y el somier juntos. Para los viscoelásticos y de látex es mejor siempre un somier de lamas que una base tapizada, ya que los primeros permiten la buena ventilación del colchón y las segundas, no. Las mejores láminas son las de madera de haya, pues son duraderas y flexibles. Cuantas más láminas tenga un somier, mayor es la firmeza del mismo.
La fijación de las láminas al bastidor del somier es fundamental, ya que independizando algunas láminas con la ayuda de tensores, se pueden lograr diferentes zonas de confort para el cuerpo.
En los colchones de muelles se pueden usar bases tapizadas o un somier de lamas anchas, así se garantiza el apoyo total del colchón.
3. Una almohada, no olvides su importancia
Para lograr un buen descanso es preciso que cabeza, cuello y columna vertebral estén alineadas. Y esto depende no solo del colchón, sino también de la almohada. ¿Cómo elegirla? Una almohada baja (10 cm) es mejor para todos los que duermen boca abajo, y más alta (a partir de 10 a 14-15 cm) para los que duermen sobre la espalda o de lado.En cuanto al material, las de látex ofrecen una buena buena sujeción de la cabeza y las de espuma tienen “efecto memoria (memory foam)”: son adecuadas para quien se mueve mucho y los que duermen de lado. Las de pluma o plumón son demasiado blandas.
4. La ropa de cama, natural, transpirable y termorregulable
Elegir una buena cama incluye que esté bien vestida. Y con esto no queremos decir que tenga que llevar sábanas con algodón de Holanda, pero sí que la ropa de cama sea de calidad, transpirable y no se pase ni frío ni calor con ella.Para empezar, lo muy importante que el colchón lleve una funda que lo aísle y lo proteja, pero que resulte cómodo y transpirable para el durmiente. Las sábanas compuestas por un 50% de algodón y otro tanto de poliéster son muy adecuadas, ya que aguantan bien los lavados y son fáciles de planchar.
En cuanto a los edredones, los de mezcla de pluma o plumón de oca son los que mejor se adaptan a la temperatura corporal, es decir, son termorregulables, pero también tienen un precio más elevado que los sintéticos. En los rellenos nórdicos sintéticos, el interior es de fibras de origen no natural: microgel, poliéster, guata acrílica…
Elegir una buena cama dependerá de todos estos condicionantes. A la hora de descansar, no escatimes: es una inversión que redunda en ti y en tu salud.
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