Todos sabemos lo importante que es descansar bien por las noches. Y en este sentido, el colchón en el que duermes tiene mucho que decir. Necesitas un modelo de calidad, que sea adecuado para tu peso, tu estatura y la postura en la que sueles dormir. Hoy te vamos a dar algunas claves para que puedas elegir tu colchón sin miedo a equivocarte.
Si estás pensando en renovar el dormitorio, puede que sea el momento de cambiar también la cama en la que duermes. Ya sabes que los expertos dicen que ha de sustituirse el colchón cada 10 años aproximadamente. Si te decides tendrás que plantearte elegir tu colchón, lo cual no parece tarea fácil.
Hay que tener en cuenta algunos aspectos importantes, pero no tienes por qué tener miedo a no acertar en la elección. Valora tu peso, la altura y la forma de dormir ya que te darán algunas pistas sobre qué colchón es el mejor para ti.
También tendrás que pensar en el tipo de material que prefieres y en el presupuesto que vas a dedicar. No es lo mismo elegir tu colchón para dormir cada día, que un colchón para una segunda vivienda que solo vas a usar de forma esporádica. Aunque también te diré que elegir un colchón adecuado es la mejor garantía para dormir bien. Sean todos los días o solo de vez en cuando.
Cómo elegir tu colchón: ¿qué material prefieres?
Es el primer aspecto que tendrás que decidir. Para empezar te diré que todos los materiales pueden ser adecuados, y que seguramente encontrarás un amplio repertorio de calidades en todos ellos. Es decir, que hay colchones de mejor y peor calidad de todos los materiales.
Los colchones de viscoelástica tienen muchos adeptos. Se trata de un material muy sensible al peso y a la temperatura, por lo que se amolda totalmente al cuerpo. Todo depende de si te gusta o no esa sensación.
Si te decides por un colchón de viscoelástica, lo mejor es elegir un modelo que tenga una densidad alta. Se considera que un colchón de viscoelástica es de calidad cuando su densidad es de 50 kg/m3 como mínimo (es mejor elegirlo superior, incluso).
Uno de los inconvenientes de los colchones de viscoelástica es que son los que peor transpiran. Por eso, si eres caluroso, quizás debas pensar en otro material más apropiado.
Un colchón de látex
El látex es un material que puede ser natural (se obtiene de la savia del árbol del caucho), sintético o una mezcla de ambos. En materia de colchones, se consideran de látex natural aquellos que tienen al menos un 85% de látex natural en su composición.
Entre sus ventajas podemos destacar que resulta confortable y que ofrece un soporte adecuado, aunque tiene varios inconvenientes: a saber, no ofrece una buena transpiración y puede dar lugar a alergias.
De muelles, una opción ganadora
Los colchones de muelles tienen muchísimos seguidores, puesto que ofrecen calidad y un descanso muy adecuado para una gran mayoría de personas. Es un tipo de colchón muy antiguo, aunque la tecnología y el método de fabricación ha evolucionado enormemente con el paso del tiempo.
Lo último en este tipo de colchones son los muebles embolsados o ensacados. Cada muelle va metido en una bolsa textil. Estas bolsas se cosen para formar el núcleo del colchón.
A la hora de elegir tu colchón, los muelles son una buena opción. Resultan muy transpirables y disipan muy bien el calor, por lo que son adecuados para los más calurosos.
¿Y la firmeza?
Hay personas a las que les gustan los colchones muy firmes y duros. Otros los prefieren más blandos. Sea como sea tu colchón, lo importante es que respete la curva natural de tu columna. Y esto está relacionado con el peso.
Un colchón de firmeza media será adecuado para personas de complexión delgada y media. Si la persona es de complexión fuerte (y supera los 100 kg de peso) entonces necesitará un colchón de gran firmeza.
Las medidas adecuadas
En la actualidad existe un amplio repertorio de medidas entre las que podrás elegir tu colchón. Es cierto que se duerme más cómodamente en una cama grande, especialmente si duermes en pareja.
Sin embargo, antes de optar por un colchón demasiado grande, piensa en el espacio que quedará disponible en la habitación. No conviene poner una cama enorme si después apenas te queda sitio para circular por el dormitorio, ¿no crees?
Otro aspecto a tener en cuenta es el de la ropa de cama. Si el colchón es extragrande, te resultará más complicado encontrar sábanas, mantas y colchas a tu gusto (y seguramente será más caro).
Con todas estas claves que te hemos dado hoy, estás listo para elegir tu colchón. Eso sí, antes de comprarlo conviene que lo pruebes. Cuando estés en la tienda de colchones, no tengas vergüenza y túmbate sobre el colchón unos minutos. Cambia de postura, date la vuelta y estírate. Es la mejor manera de saber si las medidas son las que te convienen y si te gusta la dureza y la firmeza del colchón. ¡No te equivocarás!
Puedes leer la entrada original y completa en de la revista online Decoración 2.0.