se puede fijar la temperatura preferida para la ducha o grabar un
recordatorio de que hay que tomarse un medicamento.
Ducha, inodoro, lavamanos. ¿Qué más puede haber en un baño? "El baño
es hoy mucho más que eso", afirma el empresario Jens J. Wischmann en
la feria ISH, que se celebra esta semana en Fráncfort y está dedicada
a mostrar las novedades del sector.
"Una higiene con relax, es un espacio de regeneración con un ambiente
de bienestar". Pero, además, también "piensa". "La ducha registra
cuál es la temperatura preferida para bañarse, por los altavoces se
nos recuerda que no se nos olvide afeitarnos y a través de pantallas
situadas en el espejo se pueden leer mensajes", señala Wischmann
sobre algunas de las posibilidades tecnológicas disponibles.
La digitalización del baño está directamente relacionada con el
cambio demográfico, comenta por su parte Matthias Thiel, miembro de
una asociación de baños y calefacción. Además del dormitorio es el
lugar más íntimo de la casa y en el que las personas quieren poder
moverse de forma autónoma hasta la mayor edad posible.
"Por ejemplo, ya es muy común que se instalen inodoros de altura
regulable" que suben o bajan de manera automática, explica Thiel.
En el baño 2.0 ya no hace falta agacharse por encima de la bañera
para abrir el grifo. "Hay mandos con botones que se pueden colocar en
la parte frontal, por ejemplo", indica Angelika Martina Brüssel, de
Aqua Cultura, una asociación de instaladores de artefactos de baño.
La tecnología de infrarrojos, habitual ya en baños públicos, hace
incluso superflua la existencia de botones. "La puerta del baño se
abre sola y se enciende la luz", explica Brüssel. Si uno se acerca al
lavabo, sólo hace falta poner las manos debajo de donde sale el
chorro de agua para activarlo.
Hay otras innovaciones centradas en mejorar la seguridad. Por
ejemplo, existen sensores que se colocan debajo de los azulejos del
suelo y accionan una alarma si alguien se cae, algo que puede ser muy
útil para las personas mayores que viven solas.
Pero otra de las grandes tendencias es la de los baños adaptables a
las distintas edades. "Hablamos del baño multigeneracional, que se
adapta a quien lo esté usando, ya sea la abuela, el padre o el
nieto", dice Wischmann.
Además de los váteres o lavabos de altura regulable hay espejos que
se inclinan hacia adelante pulsando un botón para que se puedan ver
los niños.
Otros aparatos permiten grabar las preferencias de cada miembro de la
familia, por ejemplo la temperatura de la ducha. Se pueden establecer
temperaturas, regular la luz o incluso crear listas de reproducción
de música. "O diferentes escenarios para la mañana, la noche o el fin
de semana", comenta Brüssel.
La tecnología ayuda con los quehaceres cotidianos: se pueden grabar
mensajes que recuerden que hay que tomar un medicamento o que hay que
lavarse los dientes. "A través de pantallas táctiles en el espejo se
pueden consultar los datos del tiempo o los correos electrónicos",
afirma Thiel.
"Junto con la digitalización, la otra gran tendencia es el cuidado de
la salud", indica Wischmann. Algo que afecta, por ejemplo, a la
iluminación. La luz que sigue el llamado ritmo circadiano (biológico)
ayuda al biorritmo: "Por la mañana un mayor porcentaje de luz azul,
para despertarse", explica Thiel.
Por la noche, una mayor cantidad de luz roja da sensación de sueño.
Hay incluso duchas que detectan la tensión sanguínea y se adaptan.
"Si hay mala suerte -comenta Brüssel-, a uno le cae un chorro de agua
fría para estimular la circulación".