Recuerdo cuando era más joven y solía disfrutar muchísimo de quedarme en la cama por las mañanas. Me despertaba a las ocho más o menos, abría las persianas, me preparaba un desayuno y me volvía a la cama, con periódicos, revistas, algún libro… ¡y me quedaba horas leyendo! Pero eso fue antes de que tuviera hijas, claro. Ahora no me dejan, me despierto a las 7 y a las 8 ya están levantándome de la cama. ¡Mamá, mamá, mamá!
Así que ahora han cambiado las tornas, y uno de los momentos que más me gusta del día es el de la noche, cuando llega la hora de acostarme. Y en vez de pasar horas leyendo por la mañana el finde semana, lo que intento hacer es irme a la cama en cuanto se acuestan mis hijas (¡pronto, por cierto!). Entonces cojo tablet, móvil, agendas y las pocas revistas que ya leo y me voy a la cama a aprovechar un rato de descanso, apoyada sobre un montón de almohadas y cojines, entre ellos algunos de terciopelo.
Así que cuando veo estas imágenes con estos cojines brillantes y preciosos, ¡no puedo evitar acordarme de mi cama! (Los míos son de Zara Home, por cierto…).
Fotos: 1, Fantastic Frank; 2, Traditional Home; 3, Freunde von Freunden via Lonny; 4, foto de Laure Joliet en My Domaine
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