La decoración de un salón en colores oscuros requiere de una importante reflexión de conjunto. Cada elemento debe ser pensado para no romper el equilibrio y no crear un espacio con aspecto decadente, o incluso deprimente. ¡Cuidado! Al principio no lo notamos y luego con el tiempo, tenemos la sensación de que un espacio nos hace sentir incómodos. ¿Os ha pasado alguna vez?
Para evitarlo podemos utilizar los colores oscuros para crear ambientes acogedores y relajados, llenos de personalidad. Pero es importante que cuidemos el estilo, evitando el excesivo barroquismo y la iluminación.
Si queremos utilizar los colores oscuros como predominantes en el salón debemos valorar sobre todo los elementos de luz, tanto natural como artificial. En el caso de la luz natural es importante no desperdiciar las fuentes luminosas porque nos servirán para crear un espacio alegre y acogedor a pesar de la gama oscura. Podemos aprovechar estas fuentes para crear zonas de texturas. Ya sabéis quelos colores oscuros absorben la luz en vez de reflejarla, pero con las texturas lograremos que ese efecto se matice.
En el caso de la luz artificial, será mejor si tendemos hacia temperatura de luz alta. Es decir, una luz hacia una gama de blancos y no de amarillos (cuidado con no pasarse y coger una luz azul que siempre hay que evitar.
Para la decoración es mejor evitar el excesivo barroquismo. El mobiliario clásico es un acierto en este caso, y pura tendencia. Evoca ambientes teatrales, un poco al estilo de Oscar Wilde, con los retratos de finales del XIX (francamente, a mí siempre me ha sorprendido que alguien quiera colgar en su pared el retrato en primer plano de un desconocido, pero hoy por hoy es moda).
En mi opinión, lo imprescindible es aportar textura, aprovechar la calidez del color e intentar decorar con mucha elegancia. Intentar utilizar mobiliario y accesorios con mucho protagonismo. ¿Qué opináis? ¿Vosotros os arriesgaríais con estos colores oscuros en el salón?
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