Como ya comentaba en este post el orden es un elemento fundamental que influye directamente en nuestra actitud frente al trabajo, ya sea nuestra profesión o nuestra afición. Así pues entendí la demanda que me hacía mi clienta como una necesidad a la vez práctica y emocional.
Lo primero que hice fue analizar la disposición y los usos que le estaba dando a la habitación donde tenía ubicado el taller. Se trataba de la misma habitación donde tenía la plancha, y la ropa para planchar, y algunos objetos que no tenían relación con la función de taller en si misma. Así que lo primero fue replantear el espacio, para que al entrar se siéntese atraída y estimulada a sentarse delante de la maquina de coser, y por eso decidimos poner la mesa debajo de la ventana para recibir de forma directa la luz natural sobre le principal espacio de trabajo. El mueble de la plancha pasó a estar a un lado, en lugar de ocupando el lugar principal de la estancia, y vaciamos el armario que tenía cajas con telas y otras cosas para meter en el la cesta de la ropa para planchar, evitando así que al entrar en la habitación se viese la montaña de ropa, y en lugar de querer sentarse a coser, se viese invadida por la obligación de tener que planchar!
Lo siguiente fue vaciar la estantería e ir categorizando. En un taller de costura las categorías pueden ser infinitas, pero decidí acotarlas para poder agilizar el trabajo, quedando únicamente en 2: material de trabajo y producto terminado. Y bajo esa premisa fuimos clasificando, a la vez que desechando tanto de una como de otra las cosas que verdaderamente no tenían ya utilidad o estaban estropeadas. Muchas cosas estaban en cajas, y esto aunque aparentemente puede ser un buen sistema de ordenación, en este caso no lo es, porque realmente no tiene a la vista ni el material ni las cosas que tiene hechas, y esto dificulta la inspiración ya que no sabes exactamente con que cosas cuentas a la hora de crear o diseñar. Nos quedamos con las cajas necesarias, pero vaciando la gran mayoría y sobre todo dejando a la vista tanto las cosas que tenía ya hechas como principalmente la gran variedad de cintas y pasamanerias que almacenaba, y para las que optamos por una solución ingeniosa y práctica reutilizando unos pases que había en otro sitio de la casa.
Subimos otra estantería para pode poner en una el material de trabajo y en otros el trabajo terminado. Y así se fue colocando todo lo que habíamos seleccionado: las telas si que las metimos en cajas dobladas en vertical porque la mayoría eran retales o piezas pequeñas, ya que lo que esta clienta hace son bolsos y productos únicos y originales; los hilos los guardamos en una caja con varios compartimentos clasificados por colores, los madroños en una cesta, todos los utensilios de coser, como tijeras, agujas, etc en un armario cerca de la maquina de coser…. Y en la otra estantería todos los bolsos que hay terminados y que si os gustan podréis ver y comprar los días 5 y 6 en el Mercadillo navideño de Mandarina Garden.
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