A la izquierda vemos el mal estado del mueble, tanto de chapa como de la máquina en sí. A la derecha el estado final.
¿Merece la pena? La eterna pregunta… Pero como siempre os comentamos, el mueble es un bien que tocamos y utilizamos, no es como un cuadro.
Lleva consigo una historia que compartimos, con a menudo gente muy especial para nosotros. Si hay un mueble que define “hogar” sin duda sería este, una maquina de coser, y con certeza asociado a alguna madre, tía o abuela siempre presente en nuestra mente trabajando junto a él con ese sonido tan especial.
Lo que no dudó su propietaria fue en recuperarlo y mantener las estampaciones originales de la máquina de coser. A nuestro parecer es un acierto, porque una vez limpias y protegidas, lo que realmente sería disonante es sustituirlas por unas nuevas, tratándose de una antigüedad como esta. También faltaban tiradores de los cajones, el pie de hierro tenía graves problemas de oxidación y el cajón estaba desvencijado.
Todo el proceso de restauración y chapeado paso a paso, así como la realización de moldes y barnizado a muñequilla lo podréis aprender con nosotros en el próximo taller presencial los días 27 – 29 de septiembre. O bien a través de nuestro taller online número 7.
La tapa que protege la máquina una vez abatida tenía graves daños, por l0 que valoramos con la propietaria extraer los restos de esta chapa con la misma pátina que la zona interior para reutilizarlos dentro del mueble y forrar con chapa nueva de castaño toda la superficie exterior. Luego entonaremos esta chapa al conjunto una vez realizada la limpieza.
Retiramos y numeramos todos los elementos metálicos para poder acceder a la estructura con facilidad y continuamos con la reintegración de las chapas faltantes.
Siempre procuramos sacrifical chapa original al mínimo, pero necesitamos un corte limpio para disimular las uniones. De modo que la raya discontínua en blanco fue el corte que realizamos para reutilizar la chapa que extrajimos de la tapa exterior, recordáis?
Preparamos bien ambas superficies a encolar, presentamos gatos y camones y dejamos al menos 24 horas con gatos de apriete.
Aquí podemos ver más resanados de chapa, siempre antes de la limpieza. También evitamos los cortes a testa (en horizontal a contraveta) que resultan muy bruscos. Siempre buscamos uniones al hilo o en planos inclinados.
Una vez hemos completado todas las faltas, comenzamos con la limpieza. Como siempre partimos de una mezcla de más suave a más fuerte hasta encontrar con la ideal para retirar las capas de suciedad, barnices y ceras en la superficie.
El resultado tras la limpieza es bien apreciable. Repetimos esta operación en el resto de cajones y resto de la estructura.
La limpieza de la máquina de coser es bastante delicada, ya que una mezcla excesivamente fuerte borraría las etiquetas originales. Hacemos una primera limpieza a la estructura de hierro y con un hisopo limpiamos las estampaciones en lo posible.
Por último el acabado. Igualamos con una ligera aguada las partes más claras al conjunto y protegemos con gomalaca toda la superficie.
Aquí van unos detalles finales una vez realizada la limpieza del pie de hierro y hecha la reintegración muy leve de los relieves de las letras. Hemos protegido con cera para evitar posibles oxidaciones futuras.
Detalles finales en frente y trasera. Algunos tiradores de los cajones en el frente se han puesto nuevos porque se habían perdido.
No sabemos si su nueva función será decorativa. Se ha restaurado para que pueda seguir funcionando y que varias generaciones más continúen creando nuevas historias a partir de ahora. Estamos todo el equipo muy contentos con el resultado y esperamos que la disfrutes mucho Sylvia.
Os esperamos este otoño con muchos “muebles con historia” en los que ya estamos trabajando.