1. La clave principal en un armario, aunque suene obvio, es mantener el orden. Cuanto más pequeño es más ordenado ha de estar, y no me refiero únicamente a que esté cada cosa en su sitio sino a planificar concienzudamente el lugar de cada prenda y cada complemento, seccionándolos y colocándolos en el lugar que menos espacio ocupen y más cómodo sea. Es fundamental utilizar cajas o separadores de tela pues ayuda muchísimo a ordenar sobre todo las cosas más pequeñas, como bolsos y complementos. Para las corbatas, pañuelos y cinturones es muy útil colocar tiradores en la parte interior de las puertas; mantiene cada cosa en su sitio y además es muy cómodo en su uso diario.
2. Revisa lo que tienes y RECICLA! Se estima que un 60% de lo que guardamos no lo usamos nunca. Si lo piensas, es mucho dinero y espacio desaprovechado. Ten siempre muy claro qué guardas y qué pueden aprovechar otros.
3. La ropa de cama, las colchas y los edredones ocupan muchísimo espacio dentro del armario, pero es algo necesario y tiene que ser accesible. Una posibilidad puede ser meterlo todo en cajas y guardarlo debajo de la cama. Es un rincón útil al que se le puede sacar partido y está al alcance de la mano. Seguramente no sea el lugar más cómodo pero es muy práctico y sobre todo deja hueco en el armario.
4. Las barras son muy prácticas para tener a mano, y en un espacio mínimo, tanto abrigos y chaquetas como camisas, faldas, pantalones, cinturones y corbatas. En una barra de 1 m, caben 18 camisas, o 10 chaquetas o 20 pantalones. Claro que para que se conserven bien hay que elegir la percha adecuada: de madera y moldeadas para que los abrigos no se deformen; antideslizantes para que las camisas no se caigan; de pinzas para mantener los pantalones y faldas estirados, y tipo corbateras para disponer corbatas y cinturones sin doblar. Los estantes son ideales para los jerséis, pero también para las camisas si las guardas dobladas y planchadas. Os recomiendo colgar la ropa que va en perchas siguiendo un degradado de color, es decir, empezar en un extremo por el blanco para acabar con los tonos más oscuros. De este modo, queda más ordenado visualmente y es más fácil de localizar y, en consecuencia, de mantener en orden. Otro consejo importante es utilizar siempre el mismo tipo de percha ¡y no sólo por estética!.
5. Las cajas siempre son un buen recurso. Mete en ellas las cosas que uses menos o de otras temporadas. Los altillos son un buen lugar donde colocarlas. Así la ropa estará perfecta cuando la vayas a necesitar en la siguiente temporada. Los cestos, organizadores sin tapa, los cajones de rejilla son perfectos para las cosas pequeñas y así estarán ordenadas y visibles. Usa etiquetas para marcar los cajones, si los tienes te dará rapidez también a la hora de guardar y de sacar la ropa. Para ello te puedes servir de cinta decorada, stikers, etc.
6. Si doblas bien, ganas en espacio.
Habrá veces en los que, por mucho que se estudie, será imposible meter nada más en el armario. En estas ocasiones tendremos que buscar nuevas opciones en el resto de la habitación. La organización básica de todo armario divide la ropa por accesibilidad. Seguro que habréis visto casas en las que se añade una barra como las de las tiendas de ropa para colocar las prendas tal cual o alguna estantería para colocar en cestas las prendas que queramos. No es la mejor solución pero desde luego sacan mucho espacio. ¿qué os parecen estos tips? Espero os ayuden!
¡Feliz día a todos!
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