Si hay uno de los materiales que están más en tendencia actualmente, y que más recuerdo me traen, es el Terrazo. Y es que de nada sirve negarse a esta moda, pues ha venido renovada, con colores soft, y para combinar en zonas inhóspitas y atrevidas.
Sucumbe a los materiales y al recuerdo que este tipo de acabados traerá al interior. Ya sea porque nos recuerde a los revestimientos del sur donde el frescor del terrazo inundaba cada casa, hasta las construcciones de los 70 que hacían de los pisos y casas un efecto continuado lleno de motas y color.
Pero como os decía, este material vuelve lleno de posibilidades, y aunque a día de hoy algunos clientes lo ven atrevido y sobre todo les cuesta ver las posibilidades, hoy vamos a ver algunos detalles de cómo incluir y sus variantes en la decoración e interiorismo.
Y es que por ejemplo en estilo, el terrazo puede ser una opción adecuada para espacios de estilo nórdico y de colores pastel, o una apuesta para espacios cargados, de aire clásico y donde no nos importa demarcar su estampación.
Ademas para verlo, mejor que mejor si ademas vemos ejemplos de una fabrica de baldosas que nos acerca gran variedad de diseños y personalización, para hacer de cada proyecto, un espacio único. Son Mosaic del Sur.
Sus formas variadas y colores lo hacen posible de incluir tanto en suelos, paredes o como elementos decorativos con los que realzar una composición.
¿Pero y que posibilidades se nos presentan a diferencia de un cerámico convencional?
Bueno, pues en cuestión de personalización encontramos una gran variedad de acabados, que podemos definir según el espacio o interiorismo planteado.
Desde elementos marmoleados, cristal, patrones y además, sus formas geométricas (losetas cuadradas, hexagonales, rectangulares…) con las que podremos revestir y crear un movimiento y un patrón más o menos llamativo.
Yo sin duda, estoy dispuesta a poder buscarle un hueco ideal a este material, que como os decía, me hace recordar y trasladarme en el tiempo, y con el que se presentan más opciones de las que estamos acostumbrados a contemplar.
¿Qué opináis?