La puerta de entrada es, sin duda, uno de los elementos que más carácter aporta a una vivienda. Sin embargo, a veces se nos olvida que no solo se trata de elegir una puerta espectacular que levante la envidia de los vecinos, también se trata de elegir una puerta con la que nos sintamos seguros, ya estemos dentro o fuera de casa.
¿Cómo sentirnos seguros?
Para que eso ocurra, debemos invertir por un lado en una puerta contundente y robusta; de esas que ahora se miden en grados de seguridad, siendo 3 (de 5) el número mínimo a escoger. Pero aún más importante es contar con una cerradura que incluya las últimas innovaciones en materia de seguridad que dejen atrás a los ladrones. ¿O es al revés?
La verdad, en este juego del ratón y el gato es difícil decir quién es el ratón y quién el gato. Así, por ejemplo, para combatir el resbalón (el método que usa un plástico duro pero flexible para abrir el pestillo cuando la llave no está echada) las empresas expertas en cierres de seguridad han ideado cerraduras que se candan solas. Por el contrario, las tradicionales cerraduras de seguridad han motivado a los ladrones a perfeccionar y ejecutar con maestría técnicas de apertura como el bumping.
¿Qué es el bumping?
Esta técnica, para quien no lo sepa, permite abrir una puerta en segundos sin dejar huella de haberla forzado. Para ello, el ladrón usa una llave especial que introduce en la cerradura y a base de golpearla, consigue que los engranajes encajen y se muevan como si usase la llave original. Una técnica complicada pero al alcance de cualquier ladronzuelo, pues se puede aprender fácilmente a través de cualquier tutorial en youtube – y fijo que todos tienen internet!!
Es el método que más se usa en la actualidad para entrar en cualquier casa. Y es que ¡el 90% de las cerraduras instaladas no cuentan con protección frente a esta técnica!.
Estar a la última es obligatorio
Por algún motivo que desconozco, las advertencias sobre la cantidad de robos que se producen a diario en este país no parecen causar mella en los usuarios, que apenas actualizan sus sistemas de seguridad a menos que hayan sido ellos los protagonistas. Algo que sorprende, sin duda, si lo comparamos con el número de personas que cambia de móvil u ordenador cada poco tiempo. Cambiar un bombín que incorpore el sistema antibumping cuesta apenas 100 euros – vamos, nada que ver con los precios que algunos pagan año tras año por tener el último modelo de móvil!
Y si eres de los que piensa que, hagas lo que hagas, los ladrones pueden entrar, tienes todo la razón puesto que no hay ningún método infalible. Todo depende de la pericia del ladrón que te toque. Sin embargo, todos los cacos coinciden en algo: solo roban en casas donde el tiempo empleado en acceder a su interior es mínimo. Por lo tanto, cualquier traba que les entretenga más de 5 minutos hará que elijan otro primo.
¿Cuál es la mejor cerradura?
Y esas trabas, hoy por hoy, pasan por unos mínimos: bombín antibumping y un escudo protector.
El primero, además de protegerte contra esta técnica, evitará otras más sofisticadas como el impresioning, método por el cual el ladrón es capaz de elaborar una copia de la llave original. ¿Cómo? El ladrón coloca unas láminas de aluminio en la cerradura que se moldean al introducir el propietario su llave. Posteriormente las recupera con las muescas de la llave impresas, consiguiendo así un molde perfecto que le permite duplicar la llave.
El segundo se coloca sobre la cerradura y evita el acceso directo al bombín, lo que sin duda retrasa cualquier intento de forzar la cerradura.
Pide consejo
Y es que en el mercado hay tropecientasmil cerraduras y no siempre la publicidad es clara con respecto a sus cualidades, por lo que nadie como un profesional para que te aconseje bien. Pero ¡ojo! nada de llamar al cerrajero que se anuncia en la farola. Eso podría suponer una entrada vip para el caco de turno. Es mejor contactar con plataformas – es lo más cerca que estarás de un colegio-oficial-de-cerrajeros donde solo los más reputados entran a formar parte. Solo así tendrás el mejor consejo y la discreción necesaria.
Claro, que una vez solucionado el tema de la puerta principal, lo ideal sería seguir poniendo trabas al ladrón con verjas, cierres en ventanas, cámaras de seguridad y alarmas de última generación. Y dentro de 5 o 10 años volvemos a hablar de actualizaciones.
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