Practicar la meditación es una de las técnicas que más nos pueden ayudar a conseguir un estado de paz y relajación, perfecto para enfrentarnos con energía a los retos de nuestra vida cotidiana. Si te apasiona esta disciplina y le dedicas un tiempo de forma habitual, entonces necesitarás crear un espacio para practicar mindfulness en casa. Hoy te damos algunas claves para conseguirlo.
Muchos expertos en la materia opinan que se puede meditar en cualquier lugar, incluso aunque estés rodeado de gente. Sin embargo, si eres principiante o no tienes muchas experiencia, te resultará más fácil establecer una rutina diaria, así como hacerlo en un lugar en el que te sientas cómodo y puedas estar tranquilo.
Busca la calma practicando mindfulness en casa
Aunque nuestro hogar siempre debería ser un refugio para nosotros, un oasis de paz en medio del caos, la realidad nos constata que esto no siempre es así. Quizás sea porque tengas una familia numerosa, porque haya niños pequeños correteando por todas partes, o porque tu casa sea el centro de una gran actividad cotidiana.En cualquier caso, a veces se hace necesario buscar un espacio relajante en medio del desorden; un rincón tranquilo aislado del ruido y el ajetreo. Y más si lo que te propones es meditar cada día. Además de buscar un rato en el que puedas estar tranquilo y dedicarte solo a la tarea de lograr la atención plena en ti mismo y en tu mente, es clave tener un lugar en el que poder hacerlo con éxito.
Dedica un rincón de alguna habitación y ambiéntalo de la forma adecuada. Será tu espacio personal en el que alejarte del estrés y perseguir un estado de paz. Recuerda que para practicar mindfulness en casa tendrás que enfocarte en ti mismo, en respirar y vaciar tu mente. En esta tarea, el entorno es importante.
Un espacio que podría ser muy adecuado es un pequeño rincón junto a una ventana, con bastante luz natural. Además, si necesitas un poco de brisa fresca podrás abrir la ventana.
Haz tuyo el lema “menos es más”
Puede que te gusten los espacios barrocos y muy ornamentados, pero en un espacio destinado al mindfulness en casa es mejor abrazar el minimalismo. Cuanto más sencillo sea el entorno, menos distracciones para tu mente.Tan solo necesitarás que el espacio sea cómodo, fácil de utilizar. No te harán falta muchos muebles ni objetos que desvíen tu atención hacia otros pensamientos. Apuesta por complementos sencillos que te ayuden a mantener la concentración.
La comodidad es esencial
Seguro que has oído alguna vez a algún maestro en meditación decir que es posible practicar esta técnica ancestral en cualquier postura; que hay que buscar la manera en la que cada uno se sienta más cómodo.Por eso, antes de decorar un rincón de mindfulness en casa, has de conocer tu postura ideal, aquella en la que te sientes mejor a la hora de meditar, y elegir los elementos que te van a ayudar a conseguir la atención plena: una silla, un taburete, un cojín grande, etc. Hazte con una manta agradable o un plaid por si necesitas arroparte en un momento dado.
Elije colores suaves
Ya sabemos que el mundo del color es realmente subjetivo, pero si estás decorando un rincón para meditar, lo mejor es emplear tonalidades suaves. Resultan más serenas y relajantes de los colores brillantes y llamativos.Los tonos pastel y los colores neutros son los más adecuados para este tipo de espacios, ya que decoran sin acaparar nuestra atención, y te ayudan a crear ambientes de paz y armonía. Apuesta por ellos y no te arrepentirás. Después, cuando abras los ojos después de tu tiempo de meditación y percibas esos colores suaves sentirás que la sensación de relax se prolonga en el tiempo.
Detalles que te definen
Lo único que necesitas para meditar es tu mente, nada más. Sin embargo, cuando tratas de crear un espacio sereno en casa en el que meditar a gusto, puede que te guste añadir algún elemento personal que hable de ti; ciertos detalles bien escogidos que muestren tu personalidad. Puede ser una figura decorativa, tus cojines o textiles favoritos, o una lámina enmarcada para decorar la pared.O puede que quieras decorar el espacio a tu gusto, siguiendo las pautas de un estilo decorativo determinado. Uno de los estilos que se adaptan como un guante a un espacio de mindfulness en casa es el boho deco chic.
Esta corriente de interiorismo, con sus estampados étnicos, sus textiles artesanales y sus pufs y grandes almohadones, puede convertirse en el escenario perfecto para un rincón de meditación. Por eso, si eres un apasionado de la decoración bohemia, meditar te dará la excusa perfecta para crear ese ambiente que tanto te gusta.
Lo que realmente importa es que consigas hacerte con un rincón para ti, alejado del ruido y del dinamismo que puede reinar en otras zonas de la casa. Sigue las pautas que te hemos dado hoy y deja volar tu mente hacia la atención plena. ¡Que lo disfrutes!
Puedes leer la entrada original y completa en de la revista online Decoración 2.0.