Quizás porque sufrí el feísmo de los pisos de estudiantes en tiempos pre-Ikea y pre-DIY, me quedo pegada a cualquier reforma que, con cuatro cositas, actualiza y mejora un piso de alquiler. ¡Cuánto hubiera dado en mi fase universitaria por vivir en un piso que no luciese muebles del pleistoceno ni fardase de cucarachas (!!!!)!. En otras palabras, ¡cuánto hubiera dado por ser un estudiante del siglo XXI con la corriente nórdica hasta en la sopa!
De ahí que no haya podido resistirme a enseñaros este piso de alquiler en San Petersburgo, cuya reforma completa apenas ascendió a 12.000 euros. Y cuando digo completa, es porque también incluyo los muebles y la decoración. Repito, TODO por menos de 12.000 euros. ¿Cómo lo ves? Yo, ¡imposible!
De hecho, lo primero que pensé es que al equipo de arquitectos de este apartamento de 62m2 le gusta trabajar pro-bono. Después, que la calculadora perdía insistentemente algún número al convertir los rublos en euros. Al final, agotada de tanto abrir la boca cada vez que localizaba un DIY en el pisito, no me quedó más remedio que aceptar que …la buena decoración, como la elegancia, no se compra con dinero. Aunque ayuda. IDEAS
Con un presupuesto tan ajustado tuvieron que reconsiderar el propósito de cada objeto y material empleado. Se impuso, pues, una combinación entre minimalismo japonés y escandinavo, con algún toque industrial. El menos es más aplicado en este caso a la economía, aunque de paso se beneficiase la estética.
La otra idea destacable que este equipo de arquitectos no tuvo reparos en aplicar, fue integrar en un solo espacio las zonas comunes (salón, cocina y comedor). Y es que, como ya te conté en 5 claves esenciales para organizar un piso pequeño (un artículo de lectura obligada si no te sobran metros), para vivir bien, los muros sobran – algo, por otro lado, extrapolable al ámbito de la vida que quieras :-).
El espacio es un lujo accesible siempre y cuando estés dispuesto a sacrificar algo. Así pues, en esta casa han preferido saber cuál será el menú en tiempo real en vez de poner a prueba su nivel de claustrofobia.
Pero no siempre la solución es derribar. A veces, en el listado de pros y cons, gana el muro. Por ejemplo, en este proyecto ha pesado más la privacidad que otorga una pared entre el salón y la entrada que los 7m² que podría haber ganado el salón – aunque esta medida no me tiene del todo feliz, pues de alguna forma, veo esos 7m² algo infrautilizados.
MATERIALES
Pero lo más interesante de este proyecto son los materiales usados. Todos son sencillos de adquirir y, por supuesto, de factura económica: pintura en las paredes, suelos de pino natural, baldosas de sencilla cerámica blanca en cocina y baños, contrachapado de abedul en algunas estructuras y finalmente el toque industrial: hormigón.
Éste se puede apreciar en las zonas que el estudio de arquitectos dejó sin revestir: el suelo del hall, el balcón y los techos del apartamento. Solo se les aplicó una mano de barniz protector para que fuesen funcionales. Pero lo verdaderamente impactante – por inusual e inesperado – son los bloques de hormigón que actúan como separador entre el hall y el salón. Solo apto para los que gustan del brutalismo – me incluyo en este grupo, aunque reconozco que hay que saber llevarlo
El hall disfruta de un amplio vestidor que recibe luz natural y ventilación gracias a la serie de bloques de hormigón huecos que coronan la parte superior del muro
Una alternativa al típico sofá – y sin probarlo diría que incluso más cómoda
Estanterías abiertas en la cocina, refrescada por esos preciosos tonos verdes
En un recoveco se han encajado los elementos menos agraciados de la cocina
Un sencillo perchero y el mueble bajo la ventana completan el espacio de almacenaje. Éste último además funciona como cubreradiador
Mismos tonos en todo el apartamento para que visualmente se vea más grande
La ducha ha jugado con dos tipos de cerámica para aportar algo de interés
Un panel de contrachapado se encarga de ocultar la cisterna Y ahora te pregunto … ¿ya has descubierto los 12 DIY??
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