Andrea Branzi (1938, Florencia) es arquitecto y diseñador y es considerado dentro de la profesión como un auténtico emblema.
Fue en su ciudad, Florencia, donde Andrea Branzi se graduó en el año 1966; y desde 1973 vive y trabaja en Milán.
Entre 1964 hasta 1974 Branzi fue miembro del grupo Archizoom Associati, primer grupo de vanguardia conocido internacionalmente enmarcado en lo que se conoció como antidiseño, y que se llamó así como un homenaje al grupo inglés Archigram.
Archizoom se oponía al racionalismo, tendencia predominante en ese momento, y primaba el diseño sobre la función social y cultural de la arquitectura.
El antidiseño, que generó trabajos de tono irreverente que cuestionaban la funcionalidad y el buen gusto del diseño anterior, puso el énfasis en el estudio de las necesidades de los individuos sobre cualquier otra consideración.
También proyectaron futuras ciudades utópicas donde la tecnología liberaría al ser humano del trabajo manual.
En 1981 fue uno de los fundadores del grupo Memphis, un movimiento de arquitectura y diseño industrial fundado por Ettore Sottsass, diseñador y arquitecto que se reunió con jóvenes diseñadores y arquitectos a los que propuso formar un grupo de diseño que ofreciera un nuevo enfoque creativo, como reacción contra los diseños “caja negra” post-Bauhaus de los años 70 (diseños minimalistas, sin color, de corte limpio y aburridos, reducidos a lo esencial, carentes de personalidad e individualismo).
Su inspiración esta nutrida de otros movimientos como Art Deco, el Pop Art, estilos como el Kitsch de los años 50 y las diferentes propuestas futurista; y sus conceptos estaban rígidamente en contraposición con el precepto de “Good Design” (Buen Diseño).
También en esta década fue co-fundador de la Domus Academy, una de las escuelas postuniversitarias más prestigiosas en el campo de la moda y el diseño, y un auténtico laboratorio cultural.
En el largo recorrido profesional de Andrea Branzi siempre ha manifestado, en sus trabajos, una cultura ecléctica y a la vez profunda, donde se entrelazan la vocación artística con la reflexión social, la capacidad creadora con la transferencia del conocimiento.
Andrea Branzi considera la arquitectura no como el arte de la construcción, sino como una forma mucho más articulada de pensamiento. “Yo trabajo alternando la investigación teórica y el diseño práctico”.
Branzi siempre se ha movido dentro del perfil con el que inició su carrera al coincidir con sus inquietudes personales. “Trato el diseño como una forma de reflexión, una forma evolucionada de pensamiento, también como una categoría cognoscible“.
El núcleo de su trabajo no es la arquitectura en sí, no es la disciplina en sí. “Estoy interesado en la arquitectura y las disciplinas que están relacionadas con ella debido a sus estrechos vínculos con el conocimiento”.
Desde 1967 Andrea Branzi abarca desde el diseño industrial y experimental hasta la arquitectura, el diseño urbano, la docencia y la promoción de la cultura.
Andrea Branzi (pág. web).
Andrea Branzi y su silla “Reverse” para Cassina (1993).