El ANTES
Una terraza pequeña y sin ningún encanto que se utilizaba muy pocas veces durante el año. Ananda tenía claras las 4 reglas básicas que debía seguir para realizar la transformación y que incluían entre otras, las limitaciones acordadas con su casero:
No se podían hacer agujeros y/o clavar en las paredes.
No se podía pintar ninguna superficie, incluidos suelo, paredes y techo.
Todo debía ser fácilmente desmontable.
Hacerlo todo con un presupuesto reducido para demostrar que la solución estaba al alcance de todo el mundo.
EL DESPUÉS
La inspiración para transformar esta terraza la sacaron de uno de sus lugares favoritos, Kauai, en las islas Hawái. Querían un espacio que evocara la belleza y frescura del océano y para ello utilizaron materiales, formas y colores inspirados en la cultura de las islas tropicales. Azul turquesa del mar, rosa hibisco y amarillo intenso en la paleta de color combinada con materiales como la madera oscurecida al estilo tropical de los pallets y lámparas que simulaban cestos de pesca. El toque definitivo lo consiguieron con la incorporación de multitud de plantas tropicales en la mesa de centro, las jardineras de colores y hasta en la pared.
via A Piece of Rainbow
A pesar de las muchas horas de trabajo que les llevó la transformación, creemos que el resultado merece realmente la pena. De un espacio aburrido y sin personalidad, ha pasado a convertirse en un acogedor rinconcito tropical que invita a pasar todas las tardes en él. ¿Y a vosotros que os parece?
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