Desde Colchón Exprés hoy queremos aclarar las dudas que suelen asaltar a los padres a este respecto: ¿qué colchón debo comprar para un bebé? ¿qué cama es más aconsejable para un niño? o ¿qué almohada debe tener un adolescente? Lo cierto es que para cada edad existen unas necesidades, y nosotros no queremos que quede duda alguna.
Colchones para minicunas y cunas
No hay normas escritas sobre esto, ya que cada bebé tiene sus tiempos y sus ritmos, pero lo habitual es que durante los seis primeros meses de vida duerman en un moisés o en una minicuna pegados a la cama de sus padres por comodidad y seguridad y, a partir de ese momento, pasen a descansar en su propia cuna, donde estarán más seguros y tendrán más libertad de movimientos. Además, estarán más frescos durante las calurosas noches de los meses de verano.
La fragilidad del bebé recién nacido y en sus primeras semanas exige que el colchón de su minicuna y de su cuna reúna una serie de requisitos especiales, acordes a sus necesidades, a su peso y a su estructura ósea, que todavía es muy blanda.
Aunque sea por un periodo relativamente corto, no debemos escatimar: ahora más que nunca tenemos que comprar colchones de calidad que incorporen buenas espumaciones y materiales transpirables que les mantenga alejados de sustancias tóxicas y de humedades, además de cuidar sus pieles sensibles y ayudarles a dormir segura y saludablemente.
Además, para esta edad es conveniente utilizar algunos complementos, como los siguientes:
- Cuñas elevadoras (para cuando tienen tos, gases o reflujos).
- Sábanas de algodón 100%.
- Semi-rulos para evitar que se deslicen hacia abajo.
- Mallas 3D transpirables e impermeables (estas permiten que el aire circule para evitar sobrecalentamiento y riesgo de asfixia).
Conviene también que el colchón sea desenfundable para que se pueda lavar y desinfectar en la lavadora.
Por todo ello, recomendamos informarnos muy bien de la mano de expertos de Colchón Exprés, comparar los distintos modelos y sus características para, de esta forma, acertar en la compra del colchón para nuestro bebé.
Cuándo pasar a una cama
El paso de la cuna a la cama individual se suele dar, aproximadamente y dependiendo de cada niño, entre los 18 meses y los dos años de edad. Se trata de un paso importante que, en ocasiones, les puede producir cierta inseguridad. Por ello, los expertos hacen algunas recomendaciones, como que les expliquemos que ya ya han crecido y que por fin van a tener una cama de mayores o que nos acompañen durante la compra del colchón y la ropa de cama para que puedan elegir, por ejemplo, el color de las sábanas.
Los niños se encuentran en este momento en plena fase de desarrollo, por lo que desde Colchón Exprés aconsejamos adquirir colchones para niños de un tamaño apropiado a su edad y talla según vayan creciendo, con tejido hidrófugo y anti-manchas, suaves y transpirables y que, además, se puedan desenfundar y lavar en lavadora.
Asimismo, al igual que en el caso de los bebés, recomendamos que incluyan malla 3D de alto gramaje para facilitar la entrada y salida de aire en el interior del colchón, lo que garantiza un descanso más fresco. También podemos comprar colchones con cara de invierno y de verano.
Otro aspecto que debemos sopesar en este momento es qué tipo de cama nos va a venir mejor: una cama nido que les ayude a disponer de mayor espacio para jugar, un canapé juvenil con arcón que aporte un espacio extra de almacenaje, una litera si tenemos más de un hijo y queremos liberar espacio, etc. Esta elección va a depender de nuestros gustos y necesidades.
El papel de las almohadas
Hay quien duda de la conveniencia o no de que los niños utilicen almohadas. En realidad, no es recomendable hasta que empiezan a dormir en cama, es decir, a partir de los dos años. Sin embargo, desde esta edad sí se aconseja dormir con este complemento. ¿Por qué? Sencillamente, porque la almohada es la encargada de que haya un perfecto alineamiento de la columna vertebral, lo que evitará futuros dolores de espalda.
A la hora de comprar almohadas para niños, debemos tratar de que sean firmes, más bien planas y de tamaño pequeño para evitar asfixias. Veamos con un ejemplo cómo es una almohada perfecta para los pequeños: Ingravity Visco Kids.
Como vemos, se trata de una almohada para edades comprendidas entre los 2 y los 10 años. Para mantener la espalda alineada, rellena el hueco que queda entre la cabeza y el colchón, relajando toda la musculatura de la zona del cuello. Está realizada con tejido Ingravity® Kids, de poro muy abierto y de máxima suavidad al tacto, que además es hidrófugo y anti-manchas. De esta forma, el núcleo durará más tiempo porque se mantendrá seco, alejado de mucosidades y saliva.
Recuerda, los niños están en pleno desarrollo. Su nivel de actividad es tal que necesitan los mejores materiales para garantizarles el sueño más reparador y placentero. ¡Invertir en descanso es invertir en la salud de tu hijo!