A la hora de dormir o descansar debemos de tener una buena postura y los instrumentos para descansar como un bebé. Sin embargo, existen diversos factores que se tienen que tener en cuenta, fijémonos en el tipo de colchón o de almohada y, en caso de descansar en nuestro salón, por supuesto, en el sillón, sofá e, incluso, en los cojines que utilicemos como respaldo. A menudo solemos subestimar estos detalles, pero comprenden una gran importancia en nuestra salud general. Hoy vamos a centrarnos solamente en la almohada, la reina indiscutible de nuestra cama. ¿Te vienes?
La postura es ¡vital!
La postura es la principal opción que se debe tener no solo al dormir, sino en la cotidianidad de vida. Es decir, tener la espalda erguida, la altura de la quijada, la posición de cada extremidad. No solemos pensarlo mucho, pero nuestro cuello (y cervicales en general) se ve sometido a posturas incómodas de las que no somos conscientes durante este tiempo. Un tiempo que, al final del día y de la semana, o incluso del mes, ¡acaba traduciéndose en demasiadas horas! Admitámoslo, no es posible un buen descanso o un descanso total sin dormir las horas necesarias.
¿Qué criterios podemos tener en cuenta a la hora de comprar una almohada?
¡Alto! Antes de nada, obsérvate y dedica unas horas a analizar cómo está siendo tu descanso y qué problemas debes corregir. No sólo se trata de la almohada. Revisa tu situación general de descanso en el hogar. Por eso, debemos de analizarnos realmente, pensando, ¿Qué postura tenemos mientras estamos sentados?, ¿Cuándo trabajamos?, ¿realmente queremos corregir los malos hábitos que tenemos en nuestras vidas en cuanto a la postura?. Siempre una voz experta siempre sabrá darte los mejores consejos para tu descanso. No desestimes la posibilidad de hablar con un especialista.
¡Volvemos al tema 'almohada'!
Como te decíamos, hay algunos puntos que conviene tratar de cara a hacernos con una nueva almohada...
- Está claro que no vamos a colocar una cámara para ver cómo dormimos y qué posturas ponemos por las noches, pero sí deberíamos intentar adquirir, al menos a la hora de irnos a la cama, la postura correcta. Este hábito, día a día, hará que consigamos tener cierta disciplina a la hora de irnos a dormir.
- Por supuesto, se presume que una buena forma de dormir es alineando cuello y cabeza. Si se duerme boca abajo, entonces necesitaremos una almohada más bien fina y blanda. ¿Sabías esto? Quizá te sorprenda... ¡pero hay más! Si dormimos, en cambio, boca arriba, necesitaremos que el grosor sea más amplio, además de optar por un tejido lo más rígido y fuerte posible.
- Otro truco que te hará decantarte por una u otra almohada es el material. Mientras la fibra sintética permite una buena aireación, la viscoelástica reúne estas cualidades y además favorece el confort de quien la utiliza, ¿no es una gran noticia? Ya tienes dos criterios 'de peso' para elegir tu almohada.
- ¿Conoces a alguien con apnea del sueño postural? Es muy frecuente y pocas personas conocen la relación de este problema con el tipo de almohada que utilicemos. ¡Así que fijaos si es importante elegir 'con cabeza' y productos de calidad!
- ¿Has pensado que favorecer una rutina de sueño puede estar ligado a la higiene y al cuidado de la propia almohada? Sí sí, como lees. Todos los restos biológicos u orgánicos son un caldo de cultivo idóneo para la proliferación de bacterias de todo tipo. Puedes estornudar, desarrollar picores y hasta otros problemas de salud, si no mantienes tu almohada en plenas condiciones. ¡Recuérdalo!
Esperamos que, a partir de ahora, y siguiendo estos buenos hábitos, tu postura mejore y con ella también tu descanso. No dudes en visitar el blog de Vivienda saludable para consultar estas y otras ideas. ¡Te esperamos!