Los días de verano son para disfrutar, y más si en casa tenemos la suerte de tener una terraza o jardín donde poder pasar largas jornadas con familia y amigos.
El buen tiempo invita a estar al aire libre, así que… ¿por qué no instalar una cocina de exterior para preparar la comida fuera? Para no dar viajes desde dentro de casa hacia afuera todo el rato, organizar comidas deliciosas aprovechando el porche o la zona exterior acondicionada, todo es favorable a esta nueva tendencia culinaria.
¿Dónde ubico mi cocina exterior?
Sin que pueda quedar como un espacio algo caótico en un espacio exterior, la mejor forma de integrar una cocina en el exterior es hacerlo en una pared principal, cerca de unas puertas que nos den acceso al interior, principalmente de espacios como el porche o la terraza.
El punto clave es que siga la línea de la arquitectura de la casa, apostando por los mismos materiales e incluso tonalidades que contenga el hogar para que así quede integrada de forma natural y no se vea como un conjunto sin armonía.
Además, lo ideal será que esté cerca de la zona de relax del exterior, es decir, si ya teníamos prevista la casa con un espacio de diversión y disfrute fuera podemos complementarlo con la cocina exterior.
Un sofá, una mesa y unos asientos son la parte fundamental para que la cocina exterior cobre más sentido aún si cabe y ya tengamos la excusa perfecta para usarla tantas veces como sea necesario.
¿Cómo debe ser la cocina exterior perfecta?
Lo primero, y más fundamental de todo, es elegir bien los materiales que vamos a usar para la construcción de nuestra cocina en el exterior. Este tipo de espacios deben contar con un plus de prevención, pues deben resistir a todos los fenómenos externos que se puedan dar.
Una buena ubicación será bajo un porche, como hemos indicado anteriormente, cerca de una puerta que nos de paso al interior, y en una pared principal. Una estructura de madera o metálica en el porche será la mejor opción.
Los elementos que no deben faltar en nuestra cocina exterior deben ir desde un fregadero, una parrilla, encimeras de acero inoxidable y módulos para guardar todo lo imprescindible. Normalmente, los módulos o muebles deben ser inferiores, pues al contrario que en una cocina interior, no queda bien anclar espacios en altura.
Los materiales con los que se suele construir este espacio pasan por la madera o el cemento, pues son los más resistentes y los que más sensación de frescura y ambiente veraniego ofrecen, que será la época en la que más uso tenga la cocina exterior.
Propicia circulaciones entre los elementos de la cocina y los de relax fluidas, para que sea una zona flexible donde se pueda trabajar en la preparación de la comida pero que, a la vez, sea un espacio de disfrute y buen ambiente.
Para ganar: apuesta por tonos atemporales. Los colores gris y negro mezclados con madera, piedra o cemento son los must have que nunca van a fallar en una cocina exterior.
Fuente: habitissimo
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