Preparar la merienda de estos deliciosos dulces es muy sencillo: estira el mantel, si queda alguna arruga no importa, ahora están más de moda que nunca. Busca unos candelabros pintorescos y unas velas que duren lo suficiente para una tarde llena de charlas. Pon el chocolate a calentar que esto ya empieza. Coloca los malvaviscos en un cuenco vistoso y en el centro de la mesa para que los invitados puedan coger todos los que quieran. Las brochetas las puedes poner al lado de las servilletas, o bien, colocarlas en algún bote de cristal para que cada persona escoja los que necesite. En este caso les he colocado un pequeño adorno para que quedaran más bonitos. Corté unas cuantas tiras finas de cartulina blanca y las recorté en forma de banderines. Con ayuda de pegamento las sujete a cada brocheta. Si tus malvaviscos son más grandes puedes utilizar pajitas de papel, quedan ideales (como lo hice en este post de bombones de chocolate). Tienes montones de pajitas de papel en la shop, echa un vistazo en este enlace.
Ya solo queda encender las velas y servir el chocolate caliente para disfrutar de una dulce tarde en buena compañía. Recuerda poner varios malvaviscos en las brochertas y colocarlos unos segundos en la vela para probar la deliciosa experiencia de unas nubes que te harán la boca agua. Luego me cuentas. No vas a querer parar de comerlos. Si eres muy golosa, puedes ponerle un poco de nata encima del chocolate y mojar los malvaviscos en él.