La idea es que la adaptes a tus gusto y al estilo de tu casa. Solo con pegarle un papel bonito en el interior de la caja, vale. Como a mí el estilo nórdico me ha conquistado desde hace tiempo he elegido un papel de un estilo parecido. Por eso solo me limité a limpiar la caja por dentro con ayuda de un trapo húmedo, para dejarla lo más neutra posible, sin ninguna pintura de por medio.
He intentando buscar un papel de colores muy suaves, que combinara con mi habitación. Opté por un color rosa muy suave con motivos nórdicos en color blanco. Tienes cantidades de papeles preciosos por innumerable tiendas. Es cuestión de elegir el que más te guste.
Una vez que ya tienes elegido el papel idóneo para combinarlo tienes que tomar las medidas del fondo de la caja, para que luego lo puedas adherir con pegamento, variará según los modelos. Solo queda recortar y pegarlo. Verás cómo cambia la visión de tu habitación con dos simples retoques.
Recuerda elegir los colores que combinen con tus muebles, si buscas algún contraste opta por los colores fuertes y llamativos. Lo bueno de estas cajas es que puedes colgarla en cualquier pared, incluso acoplar varias, una encima de la otra, verás que entran en cualquier espacio y le dan un aire nuevo a tu hogar.