Restaurantes que parecen casas, casas que parecen restaurantes. En medio, un nexo indiscutible: un mobiliario que funciona igual de bien tanto dentro como fuera. Te contamos cuál es y dónde conseguirlo.
¿Quién inspira a quién?
La decoración de bares y restaurantes se ha convertido en todo un referente para la decoración de interiores, ¿o es al contrario? Mmmmm … who knows? Lo que está claro es que ambas esferas son permeables desde hace unos años, como lo fue en su momento la habitación de hotel con sus sábanas egipcias y su baño spa (a ver ¿quién no soñó con tener esto en casa?)
Atrás han quedado los establecimientos clónicos llenos de mesas de aluminio con sillas tubulares. Ahora, las mesas para hostelería son modelos que adoptarías para tu propio comedor, las sillas son iconos que veneras, y los detalles … bueno, estos son capítulo aparte. Son los que cuadran el conjunto y te hacen sentir que tu hogar también está fuera de casa.
Los propietarios de espacios hosteleros han tomado consciencia del poder del diseño en la vida de la gente —dicho sea en paladino, la croqueta sabe mejor cuando sacas selfies a la deco del bar y luego lo posteas en instagram—.
Crear experiencias es ahora el objetivo de cualquier bar que se precie. Y para ello van a tentar todos tus sentidos, empezando por una excelente puesta en escena que levante pasiones, pero que a la vez sea familiar y confortable.
Industrial
Tres elementos te permiten identificar fácilmente este estilo fresco y desenfadado a lo New York: espacios amplios, instalaciones a la vista y materiales raw. Un entorno que se ha convertido en todo un bestseller, pues añadiéndole unos sofás vintage o unos iconos del diseño nórdico, por ejemplo, se vuelve más acogedor. Recuerda: mix&match
Usar materiales naturales se ha convertido en una apuesta segura a tenor de cuánto necesitamos reconciliarnos con el planeta. Lámparas y sillas de mimbre, rattán o bambú son las protagonistas de un estilo que nos retrotrae a destinos vacacionales o salvajes. Aunque sin plantas no hay paraíso, por lo que verás muchas, muchísimas, y sin importar si son falsas o naturales —hasta en murales tienen su espacio—.
Seguimos con los ojos puestos en el pasado, ya sea recuperando mobiliario original entre los años 20 y 80, o bien usando piezas que nos recuerdan épocas pasadas (esa es la diferencia entre vintage y retro por si no lo sabías) Pero ¿por qué esta tendencia sigue y sigue? Básicamente porque es super emocional, además de sofisticar cualquier otro estilo con el que la emparejes —en concreto, las lámparas de fibra y las plantas le van de perlas—.
El estilo nórdico busca crear espacios llenos de luz por lo que se usan principalmente materiales naturales y tonos claros, pero también se alimenta de grandes diseños escandinavos realizados en los años 50 —de ahí que estas piezas se conozcan como mid-century—. Si a esto le añades que combina a la perfección con nuestro bestseller industrial, tenemos un montón de combinaciones para conseguir espacios contemporáneos y acogedores.
Fuente: este post proviene de Decoralinks, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado:
