Esta es la causa de que últimamente haya publicado menos contenido en el blog, he recibido el encargo de decorar un restaurante pequeño en Corçà, uno de tantos pueblos con encanto del “Baix Empordà”. Los que me seguís habitualmente sabéis que yo vivo en esta zona. Aunque este pueblo no es de los más conocidos, tiene un encanto especial, seguramente porque no está tan explotado a nivel turístico. Este y otros pueblos de por aquí son ideales para el turismo slow, turismo de interior que sólo está a 15 minutos de las playas de la Costa Brava.
El proyecto, decorar un restaurante pequeño.
Este restaurante es el proyecto de dos cocineros argentinos enamorados de esta zona y en la que han decidido unir su experiencia para crear algo distinto, con encanto y muy, muy sabroso…
Una vez localizado el sitio se ponen manos a la obra, conocen de sobra su potencial como restauradores, pero necesitan un entorno adecuado para que sus clientes, no sólo coman bien… también desean que disfruten de un lugar acogedor. Es aquí donde entro yo en el juego, me piden que le dé un aire nuevo al espacio del que disponen, ellos no ven claro como sacarle el mejor partido. Como es lógico, el presupuesto ajustado ya que, la mayor inversión se la va a llevar la cocina y la barbacoa.
Esto es con lo que yo me encuentro cuando voy, esto y música para mis oídos : “Tú misma, haz lo que quieras”.
Primeras decisiones
En un intento de ahorrar dinero les hago dos propuestas:
En lugar de comprar una super barbacoa (lo cual es bastante costoso) se podría aprovechar parte de lo que ya existe, cerrar por la parte que da al jardín y abrirla por detrás para que se pueda manejar desde a cocina. Esto les simplifica a ellos el trabajo a la hora de cocinar y si un día llueve ya no hay problema.
Aprovechar el mobiliario existente, a simple vista no parece gran cosa, pero con un lavado de cara y un poco de pintura se pueden hacer milagros… ya sabes que me encanta reciclar!
La decoración…todo gira en torno a una silla
Luz y amplitud es lo que estaba pidiendo a gritos este local. Disponen de un jardín amplio y muy agradable pero el interior era oscuro y pequeño…¡Había que solucionarlo ya!. Parte de una pared debía ir fuera para ampliar el espacio.
Cuando empiezo a proyectar, siempre me apoyo en algo, un objeto, una tela, una mueble…. en esta ocasión mi objeto inspirador fue una silla. Si te fijas en ellas, son de hierro negro con el asiento de paja, decidí que estos iban a ser los colores y texturas predominantes de la decoración.
Tablas de madera de pino cortado a máquina y sin pulir estilo palet para las paredes. Lo mismo para las estanterías de la barra y sobre el muro que divide las dos salas un gran tablón.
Las paredes en un color crema con un punto grisáceo y los techos en blanco para crear claridad.
El negro lo iba a aplicar en tres zonas creando pizarras hechas simplemente con pintura.
El cartel exterior también en negro mate con la tipografía en color crema.
Si te fijas las maderas y las pizarras verás que están dispuestas creando bloques verticales, esto, junto con los techos blancos disimula la poca altura que tiene el local.
Los detalles
A la hora de decorar un restaurante pequeño es importante no abusar de los detalles, ya sé que a todos nos encantan, pero si son demasiados pierdes el punto focal y saturas la decoración. Yo prefiero trabajar los fondos, lo que viene siendo el escenario, recuerda que en cuanto se llena de gente corres el riesgo de que se vea sobrecargado.
Los pocos detalles utilizados han servido para suavizar un poco el aire industrial que estaba adquiriendo la decoración, no podemos olvidar que esta es una zona de campo, masías y anticuarios. Aunque yo no quería ser una más en sumarse al carro de este tipo de decoración tan habitual de la zona decidí que era necesario para que no se cree un abismo entre del estilo exterior y el del interior.
De ahí las Damajuanas y la tabla de cortar, sin olvidar los cestos que les ha regalado el restaurante La Riera de Sant Martí Vell para darles la bienvenida. Geniales para guardar las cartas!.
El exterior
¿Te has fijado cómo ha cambiado la barbacoa? mucho mejor y sobretodo más práctica. El cristal consigue que se vea el fuego desde el patio.
Se ha conservado el mobiliario que había anteriormente, pero hacía falta darle un poco más de luz para las noches de verano. 30 metros de cable con bombillas para exterior repartidas cada metro, cumplen divinamente su función a la par que le dan un desenfadado aire de festivo.
Si eres de la zona no puedes dejar de pasar, y si no lo eres te invito a que vengas al Baix Empordà, estoy segura de que te va a enamorar, a mi me gustó tanto que me vine de Barcelona a vivir aquí.
Por cierto, te dejo el enlace a la página de Santino para que vayas conociendo su comida… facebook.com/restaurantsantino/
Y hasta aquí el proyecto de para decorar un restaurante pequeño, si quieres ver otros trabajos míos lo puedes hacer pinchando en Proyectos realizados
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