Hoy parafraseamos al genial Fernando Savater en una de sus intervenciones más celebres en la televisión para daros a conocer una corriente de forma de vida que tiene muchos puntos en común con la filosofía slow: el MINIMALISMO.
¿Y en qué se basa el minimalismo? Podríamos resumirlo en un movimiento que nos invita a tomar consciencia de aquello que es realmente importante y que queremos cada uno de nosotros como individuos, focalizarnos en ello y eliminar de nuestra vida todo aquello superfluo que no nos lleve a conseguir nuestro objetivo. Nos daremos cuenta que hay muy pocas cosas que realmente necesitamos, nos desharemos de todo lo demás y eso nos llevará a sentirnos más felices y realizados.
El minimalismo no consiste en vivir como monjes ascetas; es más bien ser consciente de qué es importante para ti y enfocarte en conseguirlo. ¿Te encanta viajar? Pues reduce tus gastos para poder tener dinero para viajar, o busca un trabajo que te permita viajar durante mucho tiempo. ¿Tu ilusión es aprender a tocar el piano? Organízate y libera horas de tu día a día para apuntarte a clases de música. Si la ilusión de tu vida es tener un Ferrari, ¡ve a por todas con ello!
Podríamos decir que sería encontrar nuestros lujos personales que le dan sentido a nuestra forma de entender la vida y nos llevan a sentirnos felices. Y descubrirás que la mayoría de esos lujos no son cosas materiales, sino cosas que te llevan a sentirte realizado como persona.
* El minimalismo es promocionar de forma intencionada las cosas que más valoramos y eliminar cualquier cosa que nos distraiga de ello.
Y ahora pensaréis, Muy bien, amiga piscis, pero ¿cómo puedo conseguir esto? Aquí os dejamos algunas ideas:
Identifica tus prioridades
Analiza qué es aquello que para ti es más importante: pasar más tiempo con tu familia, conseguir un trabajo mejor, hacer más deporte o poder viajar a ese país al que llevas tanto tiempo queriendo ir. Seguro que hay muchas cosas que llevas tiempo queriendo hacer pero nunca encuentras el momento, o no dispones de las herramientas necesarias.
Focalízate en el presente y visualiza tu futuro
Si dejas ir el pasado ,siempre aprendiendo de él, y visualizas aquello que quieres conseguir en tu presente y tu futuro, podrás enfocarte en tu objetivo. Adiós remordimientos, pena y tristeza, ¡vive el presente!
Cambia tus rutinas
A veces nos imponemos a nosotros mismos obligaciones de las que no tenemos que dar cuenta a nadie, nos autoexigimos demasiado: tener la casa perfecta, ir de punta en blanco, estar a la última… Si analizamos todo esto, y encontramos unas rutinas con las que nos sintamos cómodos pero que nos liberen mentalmente, podremos disponer de más tiempo y decir bye bye al estrés.
Analiza tus gastos y consume menos
Uno de los puntos fundamentales del minimalismo es consumir menos de todo aquello que no nos aporta felicidad o está fuera de nuestro objetivo. Todos estamos inmersos en una espiral de consumo en la que tenemos muchas necesidades (que realmente no lo son) creadas. Si durante unos meses analizas tus gastos, te sorprenderás al ver la cantidad de dinero que gastas en cosas superfluas. Con ese análisis podrás tomar tus propias decisiones sobre en qué invertir tu dinero con consciencia plena.
Despeja tu casa y tu armario
Siguiendo con el punto anterior, es importante que nos deshagamos de todo aquello que no nos transmite felicidad. ¿Cuantas prendas de ropa tienes en el armario sin estrenar, porque no te ves bien con ellas, y siguen ahí porque te dan pena? Seguro que al lado está tu vestido favorito que te pones todas las semanas. Así que deshazte de todo aquello que tengas en casa (ropa, libros, menaje, etc.) que no aporta nada a la persona que eres hoy en día y que quieres ser. Hay una pregunta clave que puedes hacerte al hacer limpieza: ¿si lo viera de nuevo en una tienda, lo volvería a comprar? Te vas a sorprender de la cantidad de noes ;)
Aprende a decir NO
Este es uno de los puntos más controvertidos, pero si realmente quieres ser dueño de tu tiempo y tu vida, aprende a decir no, siempre con educación, a todo aquello que no te interesa o te quita tiempo para hacer lo que realmente quieres. Y aprende a no sentirte mal por ello. Notarás un gran cambio en tu vida, sólo tienes que cambiar el no tengo tiempo a no es mi prioridad.
Baja el ritmo, organízate y no seas multitarea
En este mundo acelerado en el que vivimos, es difícil dedicarle el tiempo necesario a cada cosa, pero si lo consigues tu estado mental te lo agradecerá infinito. Si te ayuda, haz listas con aquello que es importante (no urgente, hay muchas cosas urgentes que realmente no son importantes) y vete tachando de una en una. Una buena organización en el hogar y en el trabajo hará que puedas recuperar el tiempo que necesitas para dedicarte a ti mismo.
Detox digital
¿Cuántas veces al día abres Instagram o te llegan notificaciones de emails? Si hay algo que nos quita tiempo y energía hoy en día son los dispositivos electrónicos: redes sociales, llamadas, whatsapps, etc. están continuamente distrayéndonos de nuestros objetivos. Desactiva todas las notificaciones del móvil (excepto aquellas que sean importantes para ti) y fija un tiempo al día para las redes y el correo, enseguida notarás la diferencia. ¡Voilá, cuánto tiempo extra!
* Cuando amas aquello que tienes, tienes todo lo que necesitas
Y como todo en esta vida, el señor Google os puede dar muchísima más información sobre este tema. Es cierto que muchas de las webs y blogs sobre minimalismo están en inglés, pero cada vez hay más en español. En Youtube encontraréis también mucha información, explicada de una forma más práctica y amena, que seguro que os ayuda a encontrar vuestro camino hacia el minimalismo.
¡Y hasta aquí el post de hoy! Decidnos en los comentarios si os ha gustado este tema, un poco diferente a lo habitual del blog, porque estamos planteando hacer una serie sobre el minimalismo aplicado a campos concretos (interiorismo, viajes, etc.)
¡Feliz semana!
EL EQUIPO DE EMMME STUDIO
*Fuente de fotografías: Pinterest (excepto la primera) Si sabes el autor de alguna de ellas, escríbenos y estaremos encantadas de nombrarle (o retirarlas en el caso de que así lo quiera).