Sentirte cómoda en casa es lo más parecido a dormir, abrazada, una siesta en invierno. Es algo a lo que no solo no debes renunciar, sino a lo primero que hay que aspirar.
A la hora de decorar, sentirte cómoda en casa es una de las cosas que te animo a poner en tu filtro de decisiones. Es esencial para disfrutar tus espacios, para que tu hogar se honre a sí mismo.
Y no comodidad a toda costa. No. Sino esa que va de la mano con la belleza, la calidez y, siempre que sea posible, la historia. Como en este piso.
Porque, a veces, se piensa que si algo es bonito no es cómodo y al revés. Y de eso nada. Aunque a veces ocurra, que también.
Las piezas funcionales, si tienen personalidad, te regalarán un plus de estilo.
Un bonito banco en la entrada, cerca, o donde te vistes y calzas es un elemento que enriquece tu decoración y mejora tu experiencia de vida. No tiene que ser muy grande, vale con que funcione bien y tenga personalidad. Si puedes hacerte con uno tan bonito como este, genial. Si no, siempre puedes pintar el que tengas a tu gusto o añadirle unos bonitos cojines.
Un punto de luz y una alfombra suave son complementos que elevan un espacio. Porque lo embellecen y porque lo hacen práctico. No sé tú, pero yo sufro con los cambios bruscos de temperatura y, aunque sea verano, quitarme los zapatos y pisar el suelo frío es algo que no me gusta nada.
Otra cosa que me molesta mucho es tener que levantarme a encender una luz cuando estoy haciendo otras cosas. Así que mejor tener una lámpara cerca, con una luz adecuada para la actividad que me interesa.
Los accesorios ordinarios también pueden formar parte de la decoración.
Sentirse cómoda en casa también es tener a mano lo que necesitas en todo momento. Y para que esto no resulte en espacios recargados, sin estilo ni gracia, puedes optar por complementos tan útiles como bonitos. Que además de cumplir una función, decoren tus rincones.
Para tener una decoración personal y bonita no es obligatorio llenar la casa de objetos atractivos, pero sin funcionalidad. Basta con que lo que tengas sea de buena calidad, sencillo y con un toque personal. Tanto si es un cepillo del pelo como una tijera, si tienen estilo, tenerlos a mano no desequilibrará tu decoración.
Y, además, harán que tu casa sea más cómoda.
La distribución a tu medida, te permite crear rincones que, además de funcionar, te inspiren.
Este piso cuenta con pocas cosas pero muy útiles y de buena calidad. Es lo más básico para conseguir una casa que funcione.
Cada mueble tiene su función, cada rincón su uso y los complementos enriquecen sin llegar a ser piezas inaccesibles. Han sabido invertir en lo que cuenta y, gracias a eso, todo reboza personalidad y confort.
Y aunque es fácil decir que, con una arquitectura así, cualquier cosa que pongas quedaría bien, no estoy de acuerdo. Si no tienes unos techos altísimos puedes crear tú misma más amplitud visual y profundidad con la decoración.
Las piezas esenciales, si son de materiales sencillos pero bellos, marcan la diferencia.
Si la luz natural no es una de las virtudes de tu casa, siempre puedes aumentar la iluminación con herramientas y efectos que la potencien.
Si te fijas, este piso lo único que tiene diferente a una casa normal es la altura de sus techos y ventanas, de resto ni bellas molduras, ni paredes de ladrillo visto ni suelos de madera espectacular.
Más bien han contrastado la frialdad del hormigón y el cemento pulido con colores y texturas que abrazan. Han creado una distribución que funciona y apostado por una buena iluminación.
La comodidad no está reñida con la belleza. Bien combinadas crean resultados tan inspiradores como este rincón.
Y, para rematar, han creado rincones muy personales que, además de ser bonitos, funcionan, inspiran y ayudan a sentirse muy cómoda en casa.
¿Qué prefieres, comodidad o temporalidad?
Imágenes: Molly Culver vía Camillestyles
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