Son muchos los que piensan que la decoración nace a partir de unas paredes blancas, como un cuadro nace de un lienzo. Pero no siempre dos más dos son cuatro.
En esta casa han utilizado los materiales de construcción de forma que ellos mismos aportan personalidad a cada estancia sin necesidad de cargar más el espacio con otro tipo de objetos.
Esta combinación de materiales nace de la necesidad de rehabilitar y ampliar una vivienda antigua en la que, un camino de ladrillos viejos, encontrados en el lugar, sirven de nexo de unión entre la casa antigua y la nueva. Creando así un diálogo entre lo viejo y lo nuevo.
Madera, ladrillo, cristal, cemento pulido, granito, cerámica, hierro, acero…Parecen muchos y muy diferentes materiales, pero la forma en que han sido utilizados en esta rehabilitación aportan mucha personalidad a la casa. Cada material tiene su lugar y cumple su función. El cemento pulido pasa de una estancia a otra unificando los suelos, la madera reciclada de las paredes delimita la construcción nueva de la antigua haciendo la transición menos brusca, también contrarresta la frialdad de los suelos. Las baldosas de cerámica y el granito para las zonas húmedas de la vivienda, hierro y acero para los cerramientos y la fontanería, y por fin el gran protagonista, el ladrillo…fíjate como el ladrillo se hace presente en todas las habitaciones unificando espacios hasta salir al jardín y encontrarse con la piscina.
La avanzada edad de algunos elementos del mobiliario contrasta con la corta edad de la rehabilitación.
El salón tiene un televisor que se oculta tras una pared de yeso pulido deslizante, sin embargo a la vista queda un tocadiscos que nos transporta a los años 80.
En definitiva, estos materiales tienen tanta fuerza que la decoración, que fuese la que fuese, pasaría a un segundo plano. De ahí que los propietarios se decantasen por un estilo minimalista.
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