Por ejemplo, debemos atender a aspectos como el aislamiento, la temperatura ambiente, la ventilación, los niveles de humedad, el ruido exterior, los problemas de humedades que pueden derivar en hongos, manchas y alergias... Sin embargo, hoy vamos a dar un paso más allá, centrándonos en los textiles. En concreto, vamos a hablar de los tejidos naturales y orgánicos, la mejor selección para todo aquel que quiera decorar su hogar a partir de unos criterios saludables.
Los tejidos orgánicos son aquellos cuyos componentes son 100% de origen natural, conservando todas las propiedades de dichos componentes en cuanto a comodidad, resistencia y suavidad. En este sentido, sus ventajas no se pueden comparar con los materiales sintéticos o industriales. Además, las fibras naturales aportan el gran beneficio de contar con una buena ventilación, y textiles como el lino, la lana o el algodón van a aportar frescura al ambiente y van a evitar la aparición de ácaros.
Por su parte, los tejidos naturales van a conservar mucho mejor el calor de una habitación, lo que ayudará a mantener una temperatura óptima y agradable durante los meses de invierno. Por supuesto, son los textiles más óptimos para personas que padecen de alergias o trastornos derivados de agentes químicos.
De este modo, se puede decir que cada tipo de tejido es más favorable para unas estancias o usos concretos de la casa:
- En dormitorios, la mejor elección para la ropa blanca va a ser el lino, por su ventilación y suavidad. Además, evita daños en la piel, como irritaciones.
- En salones, para los tapizados de los sofás y sillones lo mejor es el cáñamo, que previene las bacterias.
- En cuanto a las alfombras, podemos emplear diferentes tejidos, como la lana o el yute.
Así, a la hora de escoger los tejidos, para comprobar que realmente son naturales y no una falsificación, lo mejor es fijarnos en su textura, ya que son textiles con fibras muy irregulares, y una rugosidad y suavidad diferente según la zona. Por tanto, lo que debemos hacer es pasar la mano por una amplia zona del tejido y comprobar si se produce esta desigualdad. Además, también podemos guiarnos por el olor, ya que es muy característico.
Aquí podéis encontrar más información para una vivienda saludable...