Ya inmersos en la rutina, cuánto más se acerca el frío y la lluvia, más ganas entran de quedarse en casa. ¡Ya tenemos la excusa perfecta para renovar nuestro hogar y ponerlo a punto! Empieza ahora y no pases frío cuando las temperaturas desciendan. ¡Sigue estos consejos para hacer de cada estancia un lugar más acogedor!
Si los textiles abrigan, ¡mucho mejor!
Dejamos atrás las telas frescas y livianas del verano para dar paso a tejidos más gruesos y confortables como el punto, la lana, el terciopelo, el pelo largo, etc. La gama de colores también cambia, por mucho que queramos mantener todo blanco para lograr el estilo nórdico, siempre un toque de color más oscuro aportará calidez y personalidad. Turquesa, mostaza o morado para dar un punto alegre; beige, gris y negro para equilibrar.A no ser que tengas suelo radiante, las alfombras son imprescindibles para abrigar la casa. La sensación de pisar el suelo frío no es nada agradable y una alfombra mullida es ideal para evitarlo. Cubre la mayor superficie que puedas, incluso, ¡atrévete a superponerlas! Es tendencia en decoración y su efecto está comprobado.
Las cortinas también tienen doble función, la de decorar y la de aislar. Para la próxima temporada, es conveniente que sean gruesas para que no dejen pasar a la estancia el frío que desprende el cristal de las ventanas. Tampoco se puede olvidar renovar los cojines y poner una mantita o plaid bien a mano en el sofá, será nuestra mejor amiga para las tarde de sofá y peli.
La ropa de cama también necesita un cambio. Solo una sábana empieza a no ser suficiente para dormir, por lo que llega el momento de hacerse con una colcha o un nórdico de entretiempo. El lino es muy bonito, pero abriga poco, así que para los más frioleros, la franela es el mejor tejido para las sábanas y si no, el algodón. Recuerda poner una alfombra al lado de la cama, lo agradecerás cuando te levantes en una mañana fresquita.
La madera, tu mejor aliada
Si hay un material cálido por excelencia, ¡ese es la madera! Bonito, natural y acogedor, por eso es la estrella de la tendencia slow deco, que apuesta por un estilo de vida y de decoración sencillo y relajado. Es atemporal y nunca pasa de moda, por lo que si eliges madera, no te arrepentirás.Este material noble es ideal para cualquier tipo de mueble u objeto decorativo, en nuestras tiendas podrás encontrar muchas ideas como el farolilo de la imagen o el centro de mesa.
Tampoco hay que olvidar que para los suelos es lo más agradable. Incluso, si tienes un pared muy fría, puedes forrarla con láminas de madera que servirán como aislante. Puedes sustituir la madera por el corcho. En caso de no poder forrar la pared, puedes poner sobre ella una estantería y llenarla de libros, que también tiene un efecto aislante similar.
Aísla bien tu casa y empieza a ahorrar
Para ahorrar en calefacción, la primera regla de oro es aislar bien tu casa. La diferencia entre una casa bien aislada y otra que no lo está es muy grande, la temperatura puede variar en unos cuantos grados y el ahorro en torno al 15%.Una idea es sustituir los burletes de las ventanas de espuma sintética por otros de silicona o caucho, que son mucho más duraderos. También, puedes poner aislante en el tambor de las persianas y tapar cualquier rendija con masilla y silicona. Por pequeño que sea el hueco, el calor se escapa.
Evita las corrientes de aire. Debajo de las puertas puedes poner burletes que puedes hacer tú mismo confeccionando un saco de tela y rellenándolo de arena, por ejemplo. Puedes hacerlo todo lo decorativo que desees. ¡Mira todas estas ideas! Cada vez que utilices esa puerta, recuerda volver a poner el burlete en su lugar, notarás cómo evita que pase el aire.
Regula la temperatura con las persianas
Es algo tan lógico que es fácil pasarlo por alto. En horas de sol, mantén tus persianas bien abiertas para que la luz y el calor entren en tu hogar. En cambio, en cuanto se acerque la noche, bájalas hasta abajo para retener todo el calor que ha entrado. Si no tienes persianas, puedes hacer lo mismo con unas cortinas gruesas.Cuando la calefacción sea necesaria...
No dejes que el frío te pille por sorpresa y comienza a preparar tu hogar para cuando llegue el momento de encender la calefacción. Lo primero es realizar una revisión de la instalación. Un mantenimiento anual es garantía de un buen funcionamiento con la mayor eficiencia.Utilliza termoestatos para regular la temperatura en función de cada momento. Cada grado de más supone un incremento de un 8% en la factura. Los expertos coinciden en que 21º C es la temperatura ideal y para dormir, con 15 o 17º C es suficiente. Si hay habitaciones que no utilices, apaga el radiador o el dispositivo de emisión de calor que haya dentro de ellas.
Si tienes radiadores, evita que calor se escape por las paredes con un panel aislante. ¿Quieres hacerte uno casero? Es muy sencillo, forra un cartón con papel de aluminio y ponlo de forma discreta detrás del radiador. Esto hará que el calor se refleje y se disipe hacia el interior de la habitación.
Procura no poner nada delante del radiador, ya que perdería su eficacia. Encima sí que puedes colocar un pequeña repisa, ya que evita que el calor suba al techo y lo dirige hacía el centro de la habitación.
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