Ella se queja del gotelé pero en cuanto cruzas por la puerta ni te enteras. No eres consciente de que hay gotelé en las paredes. La composición de los espacios es tan delicada que el conjunto resulta realmente hermoso.
Cecilia es una privilegiada. Su casa está llena de una luz maravillosa. Cada ventana de la fachada principal absorbe chorros de una luz cálida y envolvente.
La estructura del piso corresponde a la configuración clásica de estancias repartidas a lo largo de un pasillo, con puertas que se van abriendo a los dos lados. A la derecha, zona de trabajo, cocina y baño. A la izquierda, comedor, salón y dos dormitorios. Al fondo, el cuarto de jugar.
La primera estancia tras la entrada es el comedor, abierto al salón de par en par. Un espacio lleno de encanto, y con la mano de Cecilia en cada detalle. Las sillas desparejadas, las mesitas auxiliares, la composición de cuadros en la pared…
El salón es un espacio lleno de confort, con los muebles justos, pero que respira luminosidad y cuidado.
El cuarto de Manuela es perfecto. La cuna, la cama y detalles alegres y divertidos. Lo sé, sé que los ojos se os van a ir al flamenco. ¿No es genial?
En el dormitorio principal, la cama de matrimonio con un cabecero de mapamundi se lleva todo el protagonismo. Con un elemento así, el resto son detalles.
Y en el cuarto de jugar, el tipi decorado de fiesta y las maravillosas ilustraciones y dibujos.
Al otro lado del pasillo y justo en el otro extremo de la casa, el espacio de trabajo de Cecilia. Con uno de los maravillosos vestidos de Only Oliv, la marca que lanzó con dos amigas hace un año y que es una auténtica delicia, llena de estilo y de diseños maravillosos.
Líneas sencillas, los adornos justos y detalles perfectos. Una descripción que puede servir perfectamente para su ropa o para su casa. ¡A que os encanta!
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