¡Apuesta por el oscuro!
Decorar con verde esmeralda
Si queremos aportar un toque de atrevimiento, podemos arriesgar en las paredes y otros elementos estructurales. El resultado será, casi siempre, sensación de frescura y de importancia.
Su presencia en detalles o incluso en algunas piezas importantes de las estancias (muebles grandes, tapizados, etc.) aporta estilo, especialmente cuando se utiliza en superficies de acabados brillantes. Las tapicerías sofisticadas, como la chenilla o el terciopelo, en verde intenso (¡quién no recuerda las cortinas de Scarlett O’hara en Lo que el viento se llevó!) aportan mucha sobriedad y añaden un toque de sobriedad o exclusividad a los muebles.
Decorar con azul marino
Azul marino, navy, ultramar… De nuevo nos encontramos con diversidad de nomenclaturas y variantes tonales de un mismo color. Tradicionalmente consideramos el azul marino como un tono oscuro e intenso, cercano al negro. No obstante, en sus variantes con más alta saturación ofrece un resultado más luminoso, próximo a tonos como el índigo o el azul cobalto.
Considerado como uno de los colores fríos del círculo cromático, es, no obstante, un color que transmite serenidad, elegancia, sosiego… El azul marino es el color de tejidos importantes que adquieren su máximo esplendor cuando se presentan en este tono, como los terciopelos o las chenillas.
Decorar con gris antracita
En la decoración convencional, se suelen desechar estos colores para las paredes. En general, se suelen considerar siniestros, inquietantes y agobiantes. Pero nada más lejos de la realidad. Los tonos oscuros de la gama de los negros y antracitas aportan muchísima profundidad a los espacios. El truco es sencillo: un elemento pintado en oscuro tiende a desaparecer de nuestra percepción visual, ya sea solado (suelo), paramento (pared) o techo.
Decorar con rojo marsala
Podríamos llamarlo color vino, burdeos, granate… Es un color intenso, elegante y profundo, con un gran potencial para añadir drama, teatralidad a los espacios. En decoración, la gama de los granates está muy asociada a espacios nobles, regios, porque en la Antigüedad únicamente las familias poderosas tenían acceso a los tejidos tintados, y las gamas de los rojos y los azules eran las más frecuentes, con tintes derivados de la cochinilla, la rubia o el índigo, entre otros.
Foto destacada: Studio McGee
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