¿Por qué siempre tenemos la sensación de que casa pequeña y orden son dos conceptos antagónicos? En realidad no depende tanto del espacio sino de lo que pretendas meter en él. Si heredaste los muebles isabelinos del château de tu madre y los quieres lucir en el apartamento de 29m² que acabas de comprar en Lavapiés, pues sí, eso va a ser un problema.
Si esto lo ves claro, también entenderás que aunque tus muebles no sean isabelinos ni contundentes, los recuerdos y objetos que acumulas sin saber por qué, ocupan tanto o más que lo anterior – bueno, en el fondo sí que lo sabes, y las excusas son tan variopintas y ridículas que resultan hasta inconfesables.
Para empezar, debes hacer una limpieza de primavera contundente. Este artículo de AD – los 10 mandamientos de los gurús del orden – te pondrá sobre la pista de cómo hacerla. El primer mandamiento ya es toda una declaración de intenciones: “desazte de todo (TODO) lo que no te provoque alegría y hazlo de golpe” – así, como haces con la cera, para que no duela!
Una vez pasado el peor trago que nos permita encontrar nuestro yo-interior (bajo montañas de trastos y ropa acumulada), toca organizar nuestro pisito para encontrar el suyo.
1 | Abraza el minimalismo
Espero que no fueras de los que dijo eso “de este agua no beberé” porque me temo que en este caso no hay alternativas. Los excesos decorativos empequeñecen las casas. Es un hecho.
Usa muebles de líneas sencillas y maderas naturales o lavadas. Apuesta por un solo color claro y neutro que unifique la estancia y refleje toda la luz natural. Por supuesto, te puedes permitir toques más oscuros en alguna pared, objeto o mueble para conseguir un efecto OMG.
Y si no puedes vivir sin color, hazte coleccionista de arte (lo de coleccionista tómalo a la ligera, pues recuerda que en pisos pequeños no coleccionamos nada). Tus cuadros impactarán sobre ese ambiente monacal que te sugerimos e-n-c-a-r-e-c-i-d-a-m-e-n-t-e.
2 | Nada de formalismos
Los pisos ya no se aprecian por su número de habitaciones – una de ellas seguramente reservada para la visita de los años bisiestos – sino por su espacio y comodidad. Tu piso quiere ser vanguardista, aunque tú aún no lo sepas, y sabe organizarse de otra forma: perchero y comedor comparten recibidor, el baño es la entrada al dormitorio, tu ropa se aloja en el mismo armario que los fideos y la cama de invitados es una hamaca colgante en la terraza (cubierta, eso sí)
Los pasillos estrechos solo restan espacio, pero si los eliminas, amplias otras estancias donde sí aprovecharás sus metros – aunque ahora el cartero vea hasta donde guardas las bragas. Y ya que hablamos de intimidades, déjame confesarte que el único punto vanguardista que no me seduce es el tema de los baños abiertos. Esos en los que entras y tienes que empezar a correr cortinas porque los cristales están tan limpios que ni se ven.
3 | Pon todo sobre las paredes
Queremos que las uses generosamente. Bueno, aclaro, en primer lugar queremos que las tires. Luego, las que queden en pie, queremos que las decores, taladres y amuebles. Pero con cabeza. Nada de forrar cada pared que tengas con estanterías abiertas, pues los objetos, a veces no decoran, solo llenan huecos.
Por otro lado, se trata de despejar el suelo. Así conseguirás que la casa parezca más ordenada e infinitamente más limpia. Entonces, ¿qué debes colgar sobre las paredes?: TV, sanitarios y mueble bajolavabo, lámparas de pared (en lugar de las de pie), utensilios de cocina, estores (no pongas cortinas que arrastran y ocupan suelo), puertas correderas empotradas o con raíles exteriores, la colección de arte, balda recibidor y estanterías (recuerda, estas últimas con cabeza fría y calculando).
4 | La clave está en los armarios
¿Quién dijo que en las casas pequeñas no hay armarios? Hay tantos como quieras poner. De hecho, si lo planificas bien, puedes crear una hilera de armarios que faciliten todo el almacenaje necesario en la vivienda. Así puede funcionar como vestidor, despensa, vajillero, colada, trastero (solo si te saltaste los 10 mandamientos) etc. Es importante que estos armarios vayan de suelo a techo y sean completamente lisos, sin tiradores, para que se integren con las paredes y no pesen visualmente.
O también puedes optar por crear un bloque central que distribuya el espacio y donde además del almacenaje alojes el baño o la cocina, por ejemplo. En dormitorios infantiles, donde el almacenaje es más necesario (y la limpieza KonMari no funciona) puedes idear a medida un mueble contenedor que enmarque la cama y despeje el resto de la habitación permitiendo el juego.
5 | Ni un espacio muerto
¿Tienes altura? entonces piensa en m³. Crea una doble altura y tendrás un altillo donde instalar un dormitorio o una biblioteca. Levanta el suelo 40cm y podrás tener un espacio de almacenaje inmenso o incluso guardar una cama extraíble debajo.
¿Tienes terraza? Ciérrala e intégrala en la estancia contigua, creando un espacio muy luminoso y amplio. Si eso no es posible por ser pared maestra o por normativas locales, entonces aprovéchala como una estancia más – por pequeña que sea.
¿Lo ves fácil? ¿Cómo piensas organizar tu casa? Nos encantaría oír tus experiencias así que esperamos tus comentarios abajo. Ah, y si te ha gustado y buscas más inspiración, síguenos en Facebook o Instagram.
Photos: Art2Arquitecture + DrömLiving
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