Ya os lo conté en este post sobre dormitorios juveniles, el dormitorio de la pequeña necesitaba una renovación urgente, los colores de los muebles se habían quedado anticuados y quería darle también un poco más de luz.
En principio, pensé en comprar muebles nuevos, porque acababa de terminar con la reforma de la cocina, y volver tan rápido a coger la brocha, me daba una pereza tremenda. Peeeeero (siempre le hay ¿verdad?) me dolía gastarme dinero, bastante además porque era todo el dormitorio, en unos muebles nuevos, cuando éstos, como son de madera maciza de mucha calidad, estaban aún nuevos. Después de pensarlo muy poco, la verdad, decidí que iba a seguir con mi filosofía del reciclaje y que iba a dar yo misma un nuevo aire a la habitación con pintura a la tiza ¡no hay dolor!.
Hoy os enseño el escritorio que ya está acabado, el resto va poco a poco, de manera slow, je, je. pero la verdad es, que con el cambio que ha pegado el dormitorio con solamente el escritorio pintado, me anima a seguir dándole a la pintura a la tiza. Podéis ver el resultado y el antes, nada que ver ¿verdad?.
Le he pintado con pintura a la tiza gris y le acabé con cera blanca que aclaró el color original y le ha dado un resultado empolvado que me encanta. Los tiradores los pinté con spray del mismo color que la silla, en verde mint, que forma parte de la paleta de colores que mi hija decidió: gris-mint-blanco.
La decoración también la hemos cambiado totalmente, os la he dejado etiquetada toda en mi instagram por si os gusta alguna de las cositas que hemos comprado. Lo mejor de todo, es que nos fuimos juntas a comprarla y pasamos una tarde genial de tiendas deco, creo que voy a tener una colaboradora estupenda con mi pequeña, porque le gusta muchísimo decorar.
Si os ha gustado, tenéis una pieza que queréis transformar con pintura a la tiza pero no os atrevéis, permaneced atentos a mis redes sociales y al blog la semana que viene, ¡porque tengo algo guay que contaros! ;)