El problema es que la mayoría de los dormitorios para chicas, o son módulos-todo-coordinados-y-algo-aburridos o son americano-friendly (ya sabes, con ese empalagoso rosa que cubre hasta los radiadores, por no hablar de los edredones con triple capa de plumón y 25 cojines encima, los cuales acabarán en cualquier sitio menos encima de la cama ). Si fuera por mi hija, su cuarto sería el de las mil y una noches. ¿Qué tendrán los cortinajes, los mapamundis, los miles de cojines, y sobre todo, las lucecitas que las vuelven locas?
Es verdad que es mi hija quien va a vivir en la habitación, pero da la coincidencia de que el continente donde se aloja dicha habitación es de la madre, así que se impone llegar a pactos. Plena actualidad. Menos mal que nosotras sí empezamos las negociaciones con un acuerdo de mínimos que a ambas nos hace felices: nada de colores estridentes en las paredes, más bien colores neutros, grises, empolvados. Ya pondremos algún color en los complementos. O no…
Por mi parte, creo que la estrategia será hacer concesiones en algunos elementos como:
1. lucecitas (una guirnalda quedará bien, pero tendrá que ser en colores claros, nada de disco de los 80. Posiblemente, dé un sí a las letras con lucecitas que tanto están en boga -me chiflan- aunque mejor me haré de rogar un poco)
2. fotografías (claro, pero concentradas, por ejemplo en una columna. No quiero que las paredes parezcan un álbum de sellos)
3. cojines (también, pero con la condición de que no todos sean de autoayuda – madremía! qué pronto empezamos con esto-, mejor si también añadimos alguno geométrico, de esos tan nórdicos)
4. cama grande (que sea king size -esta es mi mayor concesión americana- pero a cambio no pondremos el tul de princesa, que para eso hemos crecido)
5. espejo (hecho! así mi espejo será solo mío)
6. muebles divertidos (buscaremos muebles variopintos, eclécticos, imaginativos, que encajen con un aire industrial o nórdico pero con algún puntito infantil, para que cuando entre en su habitación, siga pensando que mi niñita no ha crecido del todo) Así que aquí van mis propuestas y veremos si tienen aceptación por la parte que más votos tiene en todo esto.
Como almacenaje …
Como mesa de estudio …
Como mesillas…
Como muebles básicos…
Como detalles…
1. Funda de unicornio para su móvil, que puedes hacer con fieltro tu misma
2. Letras vintage con lucecitas para crear los mensajes más molones y románticos
3. Las sillas, mejor que sean clásicos de diseño
4. Escribe tus sueños en papelitos de colores y ponlos en un bote. Podrás ver cómo aumentan cada día.
5. Poufs suaves y econfriendly
6. Perrito Puppy y vela perfumada
7. Sillón para que estudiar sea coser y columpiar. Cesta como papelera
8. Cojines con buenos mensajes, de esos que hay que seguir al pie de la letra
9. Letras metálicas industriales para decir las cosas más bonitas
10. Lámpara antigua y lámina divertida ¿Qué crees? ¿conseguiré ganar las negociaciones? Se admiten apuestas
PHOTOS: DECORALINKS.COM