Me he dado cuenta que no puedo escribir sin pasión.
Sea la edad o no, y de la suerte de tener muchas asesorías donde trabajo y me vuelco para ayudar a muchas personas a ser más felices con lo que tienen y lo que son... el blog lo he dejado relegado a un segundo plano y eso me ha creado cierta ansiedad.
Por otro lado, en este tiempo he puesto mi casa patas arriba. Literalmente. Antes de removerlo todo buscaba y acudía a las redes de Instagram y Pinterest para VER algo distinto, pero no: todo casi igual, siempre de lo mismo y demasiado perfecto = me frustraba aún más.
Fue cuando caí en la cuenta de que me estaba olvidando por completo de los principios naturales del Feng Shui, acomodándome en los maravillosos cánones marketinianos de Marie Kondo -que conste que hay partes de su libro que me encantan porque hablan de Feng Shui literalmente aunque casi ni lo nombren- y de la multitud de webs que proliferan sobre el orden, la limpieza, el equilibrio...
Me dejé llevar y...
Empecé por mi dormitorio, seguí con mi armario... Luego trabajé la zona de Creatividad & Hijos... y he terminado en mi salón.
Mi dormitorio y mi armario fueron la clave, sobre todo este último. Te prometo que he seguido todas las pautas que te he enseñado hasta ahora, y es cierto, que habían funcionado. Pero yo he cambiado y mi armario también.
Ahora lo que tengo es un ALMArio
y me siento maravillosamente bien...
Para crearlo seguí unas pautas sencillas del Feng Shui siguiendo sus tres normas:
Cuidado con el espacio >> si la ropa no está holgada y no hay manera de sacar ese vestido favorito... es que algo va mal.
Renovar sí, pero sustituyéndolo por algo usado.
Dejar siempre un espacio libre.
Si quieres crear tu ALMArio aquí ya no valen las medias tintas, y quizás te encuentres en un punto parecido al mío: menos cosas, pero más valiosas.
Pautas para crear tu ALMArio
Dividimos el armario en dos:
Las prendas con ALMA
Las prendas BÁSICAS
Las prendas BÁSICAS
Son aquellas que necesitas para combinar, y a las que sueles darle mucho uso, pero de las que no es necesario tener más de dos o tres prendas... ¡¡como máximo!!.
Si sigues esta norma podrás renovar siempre que lo necesites, y no por ansiedad de estar a la última.
Las prendas, todas y cada una de ellas tienen alma.
Ejemplo real: cuenta el número de pijamas -invierno o verano-; Blazer, jeans, chaquetas vaqueras, leggins, vestidos, ropa deportiva... que se parecen mucho, mucho. Siguen el estilo que te gusta, pero son muy repetidos.
Agota las prendas, cánsalas, dale mucho uso... disfrútalas. No sabes lo que satisface ir de compras pensando en renovar algo nuevo, pero nuevo de verdad. Renovar = sustituir lo que ya tienes.
Recuerdo muy bien cuando mi abuela decía: el suéter que tiene pelotillas ya ha vivido lo que tenía que vivir. Ahora me hace una gracia tremenda, pero es que creo, sinceramente, que ya no le sacamos pelotillas a casi nada... ¿tú qué piensas?.
Las prendas con ALMA
Llegado a este punto me sentía mucho mejor. Si aún te has quedado con prendas que no quieres vaciar de tu armario porque llevan delante un por si... [por si se vuelve a llevar, por si adelgazo cinco kilos, por si el próximo año me queda mejor, por si de repente me quedo en la ruina y no pueda vestirme nunca más... ] este punto te costará enormemente. Y a él tienes que llegar... vacía.
He vaciado mi cajón de ocasiones especiales.
Es más sencillo porque sabrás quedarte con lo que te llena de verdad. Ya no es cuestión de que te quede bien o no, es saber que eso que ves, te lo vas a poner un millón de veces más el resto de tu vida... [hasta que le salgan pelotillas si hace falta].
¿Quieres saber cuáles fueron algunas de mis prendas con alma?
Una chaqueta vaquera que tengo desde los 15 años, me la sigo poniendo. Tiene alma.
Un bolso heredado de mi madre y que estoy utilizando, ahora, más que nunca. Tiene alma.
Una chaqueta de terciopelo de la que me enamoré el año pasado, y que he utilizado hasta para ir a trabajar, más informal que nunca. Tiene alma.
El anillo vintage que mi abuela me regaló y que sólo me lo ponía en ocasiones especiales. Ahora cualquier día es necesario llevarlo. Tiene alma.
El vestido de verano que me sienta tan tan bien, y que llevo repitiendo año tras año. Tiene alma.
^^^
Cuando me quedé con lo básico aparecieron esas prendas y sólo preguntaba, ¿tiene alma?: sí / no. No encontré más dudas. No apareció la pena, ni la vocecita maléfica "qué bonito no te deshagas de él".
¿Lo mejor de todo?: Mi ropero tiene huecos vacíos. Respiro.
Como toque de cambio añadí un cuarzo blanco dentro del armario de cinco puntas... Algo nuevo que libera el espacio de vieja energía. También puedes colocar una estrella de cinco puntas en el pomo.
Me siento mucho mejor después de preguntarme en medio del caos: si no puedo disfrutar de lo que tengo, sentirlo y vivirlo a tope... ¿cómo atraeré a mi vida más creatividad, más luz y nuevas oportunidades?.
En el próximo post te explicaré como trabajé mi espacio de Creatividad & Hijos.