Hoy es el día de la madre y seguro que muchas de nosotras recibiremos un
bonito ramo de flores de regalo.
Para mí no puede haber mejor detalle, ni para mi madre, pues las dos somos
apasionadas de las flores.
El único problema de los ramos de flores es que tienen un tiempo limitado,
aunque mediante pequeños trucos que hoy comparto con vosotros podemos
conseguir que las flores se mantengan frescas más tiempo.
Los arreglos florales con un solo tipo de flor duran más que aquellos que
combinan distintas variedades pues algunas de ellas tienden a generar más
bacterias en el agua que otras o bien reaccionan mal a compartir el agua
con especies distintas.
Un buen florista sabrá aconsejarnos al respecto de modo que al elegir el ramo
no se tenga sólo en cuenta la belleza de las flores y el resultado estético en
conjunto, sino su mayor capacidad para mantenerse frescas en combinación
con otras.
No soy en absoluto especialista en flor cortada pero he ido observando y
sacando conclusiones al respecto.
Por ejemplo, las distintas variedades de crisantemos (Chrysanthemum),
que comunmente llamamos margaritas y que es frecuente encontrar en los
ramos comunes prediseñados, tienden a ensuciar el agua rápidamente.
En este caso yo disfruto durante uno o dos días del ramo tal cual ha llegado y
luego, al cambiar el agua, lo divido por variedades.
Elijo diversos floreros según el tipo de flor y a partir del ramo original consigo
varios arreglos diferentes.
Cada vez que cambiemos el agua deberemos cortar un trocito del tallo en
forma biselada ya que de este modo el área de superficie cortada es mayor y
esto ayudará a la flor a absorber mejor el agua.
Aconsejan cortar los tallos de las flores bajo el agua para evitar que sufran un
embolismo aéreo, lo que interferiría en su capacidad posterior para absorber.
En el caso de las flores que tienen muchas hojas, como los crisantemos, es
bueno despojar el tallo de todas aquellas hojas que vayan a quedar bajo la
superficie del agua ya que tienden a pudrirse y generar muchas bacterias y
mal olor.
Para mantener el agua saludable y nutritiva existen sobrecitos de alimentos
para flor cortada en el mercado. Algunos ramos de floristería vienen con ellos.
Iremos echando un poco del sobre en el agua cada vez que la cambiemos y
cortemos el extremo de los tallos.
Pero existen formas caseras de conseguir el mismo efecto sin tener que gastar
dinero.
La mayoría de los alimentos para flores comercializados contienen azúcares
(nutrientes), un acidificante que mantiene el nivel de pH del agua y algún tipo
de desinfectante para reducir la aparición de bacterias.
Así que podemos hacer nuestra propia fórmula magistral (como bien
la llamaron las chicas de Retro y con encanto que me la enseñaron)
con ingredientes que tenemos en casa: vinagre, azúcar y lejía en la
proporción de una cucharada mediana de vinagre, otra de azúcar y dos
gotitas de lejía por cada medio litro de agua.
Dejar desinfectado el jarrón cuando nos deshagamos del ramo marchito es
bastante aconsejable. Lo haremos lavándolo con jabón y un poco de lejía.
Hay flores que se secan bonitas como rosas, hortensias, paniculatas, perpetuas,
estatices (la morada del florero verde)...
En este caso lo que hago es poner sólo un dedo de agua y dejar que se sequen
tal cual. Una vez secas se pueden rociar con laca para preservarlas mejor.
Os dejo varios de los rincones de mi casa decorados con los distintos arreglos.
Por cierto, en la foto pequeñita de la imagen superior estamos los cuatro
hermanos con mis padres ¡Felicidades cuádruples mami!
Cómo no estar enamoradas de las flores si con sus colores y aromas consiguen
hacer bello y acogedor cualquier espacio ¿No os parece?