Así, de entre todos los posibles accidentes que se pueden producir en una vivienda, cabe destacar uno de los más habituales, las electrocuciones, por lo que asegurar los enchufes de los hogares debe ser una prioridad. De este modo, el Responsable de Prevención de la Fundación Mapfre, Jesús Hernández Huecos, asegura que lo fundamental es empezar asegurándonos de que nuestra vivienda tiene todos los elementos de protección necesarios: un interruptor general, un diferencial, un interruptor de control de potencia, pequeños interruptores automáticos, circuitos acordes a las necesidades de la vivienda y la toma tierra. Por supuesto, es básico que nuestro hogar cuente con una buena instalación, y que cualquier cambio o reparación sea realizado por un especialista.
Además, hay algunas medidas concretas que podemos tener en cuenta para evitar este tipo de problemas:
1. Nunca dejar al alcance de los niños cables de los que puedan tirar.
2. Desenchufar los aparatos que no se estén empleando.
3. Ocultar en la medida de lo posible los aparatos electrónicos y no despertar el interés del niño por ellos. Así, es mejor evitar manipularlos en su presencia, para que no resulten atractivos para él.
4. Emplear enchufes protegidos o instalar disimuladores o protectores de enchufes.
5. Evitar realizar conexiones múltiples.
6. No emplear aparatos con cables pelados, enchufes en mal estado...
7. Nunca desconectar la toma de tierra de un aparato eléctrico.
Así, aunque parezcan a priori medidas básicas y obvias, lo cierto es que según el estudio de Accidentes de población infantil española de 2014, elaborado por la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria y la Fundación Mapfre, casi el 30% de los encuestados para dicho estudio no protegía los enchufes.
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