1 Paneles de madera. Son una opción ideal para cubrir imperfecciones en la madera y reducir la entrada de ruido del exterior. Si quieres darle a tu hogar un ambiente rustico y cálido esta es una excelente opción. Sin embargo, en contraposición, hay que saber que si es madera natural va a requerir de un gran mantenimiento.
2 Cerámica, pizarra o piedra. Pueden ser, una vez más, naturales o de imitación. Así, pueden ayudarnos a centrar la atención en una de las paredes del salón, la habitación, la buhardilla... Eso sí, es importante no abusar de este tipo de revestimientos, que encajan perfectamente con un entorno rústico, un estilo industrial...
3 Mármol. Es todo un clásico y aporta un efecto elegante y sofisticado. Además, también suele ser de los revestimientos más caros, aunque actualmente podemos encontrar materiales que lo imitan.
4 Vidrio. Entre sus ventajas se encuentra que deja pasar la luz natural y que amplia la sensación de espacio. Con este tipo de paredes podemos crear una comunicación fluida entre dos habitaciones contiguas.
5 Azulejos. Es el material estrella en baños y cocinas, pues es más fácil de mantener y limpiar, algo básico en este tipo de estancias.
6 Metal. Es uno de los más arriesgados, perfecto para una decoración moderna y atrevida, de estilo industrial, vanguardista... Además, se puede combinar con otros elementos propios de este estilo, como el ladrillo, el hormigón...
7 Fibras naturales. Hablamos del corcho, el junco... Se trata de la opción más sostenible. Además, son buenos aislantes, aunque tienen el inconveniente de que se van deteriorando con el tiempo.
8 Papel pintado. En la actualidad podemos encontrar una enorme selección de modelos y diseños que se adaptan a cada estilo decorativo.
Aquí podréis encontrar más información sobre el aislamiento...