El concepto de estilo cuando hablamos de decoración (y en algunas otras disciplinas creativas) se refiere oficialmente a una clasificación. El estilo se define por un conjunto de características que enmarcan un acabado estético en una categoría u otra.
Los estilos decorativos que conocemos como clasificación son muchos y diversos. Y además, varían según la época o las tendencias del momento. En los últimos años hemos visto emerger con fuerza estilos que décadas previas no existían como grandes categorías, tales como el concepto o el nórdico. En cualquier caso, sí que podían existir como conjunto de características estéticas en una zona y período determinados.
A modo de esquema, estos son algunos de los estilos decorativos que podríamos identificar:
Clásico
Es el origen de todo, el punto de partida, el equilibrio, la armonía, las simetrías y la justa medida aristotélica. El estilo clásico es el compendio de todos aquellos conceptos que durante siglos se han identificado con los distintos ideales de belleza. Puede concebirse como un estilo inspirado en las culturas clásicas, con presencia de columnas, frisos y molduras; o como el resultado de las distintas tradiciones que han evolucionado a lo largo de los siglos en cuanto a decoración de interiores.
Rústico
Es el estilo del campo, el que prima el entorno natural sobre el urbano o el industrial. La madera sin tratar, las piedras y las terracotas combinan con mobiliario de forja y mimbre y tejidos de lana y arpilleras, con acabados toscos y poco refinados. Son ambientes de gran calidez que se caracterizan por un aspecto absolutamente acogedor, donde predominan los espacios de recogimiento y vida familiar.
Provenzal
El estilo que refleja el estilo de vida de la región de La Provence en Francia, donde destacan los campos de lavanda y el clima mediterráneo. Los colores verdes, ocres, amarillos, lilas, violetas, rojizos, las maderas decapadas y descoloridas y los estampados florales combinados con linos y algodones de rayas, que crean atmósferas especialmente acogedoras con un aire rústico refinado.
Mediterráneo
El protagonismo de la luz y del clima cálido es la característica fundamental que marca los espacios de los interiores mediterráneos. Frescura, ramas de olivos, paredes blancas encaladas, combinadas con pinceladas azules. Son ambientes cálidos decorados con elementos artesanales y en los que también destaca la presencia del azulejo y la cerámica.
Étnico
Cuando hablamos de estilo étnico realmente nos referimos a cualquier estilo que nos evoque alguna cultura exótica. Las maderas tropicales, oscuras, el sándalo, el ébano, el wengé… se combinan con las fibras naturales como el bambú, el mimbre o el ratán. Es característico algún detalle tribal y los textiles tradicionales de cada cultura.
Inglés
Cuando hablamos de estilo inglés tenemos en mente un estilo de marcadas características clásicas, en los que predominan los textiles de lana, como el tweed, el príncipe de gales o los florales adamascados. Los colores oscuros, las maderas nobles, los sofás chester, las lámparas de ambiente y la abundancia del pequeño mueble auxiliar son muy definitorios.
Shabby chic
Su origen está en las casas de campo de la burguesía y las clases altas inglesas, casas en las que se acumulan muebles y piezas decorativas con una ligera pátina y que se pintan en colores pastel. Los tejidos con suaves estampados florales, dando especial importancia a la presencia de los jardines ingleses, que de algún modo se integran con la decoración interior.
Nórdico
Poco recargado y muy funcional, pero con un gusto exquisito en cada pieza. Sólo lo justo y necesario, pero lo poco que haya que sea excepcional. Los muebles suelen mamar de la tradición gustaviana, con un gran apego por las maderas de la zona, como la haya, el roble o el arce. Los colores suelen ser suaves con el objetivo de absorber la mayor cantidad de luz en una zona en la que el sol brilla por su ausencia.
Retro
Es aquel que se inspira en los estilos decorativos de décadas pasadas, desde los años 40-50, hasta los 70, e incluso para algunos hoy por hoy, también los 80. Se trata de un diseño elaborado en la actualidad pero imitando modelos de aquellos años, creando espacios evocadores. En muchos casos, se mezclan piezas fabricadas en la actualidad con piezas vintage o procedentes originariamente de aquellos años.
Minimalista
La máxima representación del “menos es más” de Mies Van der Rohe y de la Bauhaus, el minimalismo se caracteriza por la sobriedad y la austeridad más absoluta, en las que sólo se presentan los elementos imprescindibles. Despojado y desprovisto de cualquier elemento accesorio, el minimalismo es la culminación del orden y la armonía de formas, en espacios en los que sólo destacan los colores puros, las texturas y las superficies lisas, sin estampados ni dibujos.
Kitsch
La ostentación, la mezcla y la sublimación del “mal gusto” caracterizan el kitsch, un estilo ampuloso y recargado, en el que predominan los colores chillones y estridentes. Las pieles sintéticas, el barroquismo exagerado y las representaciones simbólicas se mezclan en ambientes saturados y ostentosos para crear espacios que mezclan épocas y estilos de forma desordenada y alocada.
Loft
Los grandes espacios diáfanos, los techos altos y las instalaciones vistas marcan la identidad de estos espacios. En origen, se trataba de naves destinadas a oficinas, pero el alto precio de las viviendas extendió el uso de este tipo de espacios para uso residencial. Tal fue su éxito como concepto que hoy día se construyen expresamente espacios con estos referentes de diseño para alquilarse o venderse como casas.
Industrial
El estilo industrial combina el concepto del loft con una evolución hacia las tendencias del reciclaje y el auge del vintage. Se caracteriza por la presencia de objetos identificados con fábricas antiguas, muchos componentes de hierro, instalaciones desnudas, tales como tuberías o viguería de acero. El mobiliario de acero, los objetos oxidados o viejos carteles de fábricas son muy característicos en estos espacios.
Hay quienes hablan de un estilo vintage; sin embargo, el vintage es más una características de piezas y objetos que un estilo así. Piezas heredadas, antiguas, conservadas, que aportan un aire añejo a los estilos y un cierto valor de calidad y paso del tiempo. Vintage son las cosechas de vino añejo que ganan con los años, y así sucede con piezas decorativas o complementos de moda, que ganan valor con el paso del tiempo por su buena conservación y el valor original de su diseño.
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