La mayoría elige playa, montaña o cualquier otro lugar del mundo para poder descansar y cambiar de aires cuando se juntan algunos días libres del trabajo. Si, es lo que se suele hacer en Semana Santa, descansar y disfrutar.
Pues yo, como siempre, todo al revés, ni playa, ni montaña, ni descanso, junto días libres para avanzar con los cambios en mi casa.
Esta vez le ha tocado al dormitorio, siiiii otra vez!!! Es que me canso rápido jajaja…..
Si, ya estaba cansada del papel de rayas, cansada del frio suelo de terrazo y cansada del odioso gotelé ( debería estar prohibido hace años … aarrrggg ) en las paredes.
Quitar el gotelé ha sido la tarea más difícil de todas, porque después de cuatro capas de pintura
plástica que llevaban las paredes, no resulta tan fácil como debería ser en realidad.
Cuando la gota lleva temple o pintura normal, humedeciendo bien las paredes con agua caliente, se quita muy bien con la llana. Pero en este caso, hasta mi pintor me dijo, que si estoy loca!!
En fin, loca no!!, pero cabezota como nadie. Que no la quito? … Pues claro que si!!
Tarde un día entero, pero dejé las paredes lisas y listas para una mano de pintura, cola y papel.
El viernes Santo me levante a las 6 de la mañana para pintar el techo, que Dios me perdone, pero a las 9 tenia que estar todo pintado, recogido y listo para poder poner el suelo de tarima.
Y así fue, a las nueve empezaron mi marido y nuestro amigo Juan a poner el suelo en el dormitorio y resto de la planta superior de mi casa.
Mientras ellos se peleaban con el suelo, yo avanzaba con otras cosas, como fabricar el cabecero que ya habéis visto ( aquí ) o montar las cajoneras ( aquí ) que iban a servir de mesillas de noche.
El sábado el suelo ya estaba puesto en el dormitorio, así que yo me puse a cortar el papel y a empapelar.
El domingo quité los sobrantes de papel, limpié todo, todo, es decir la casa de arriba abajo porque por mucho que tapes y cierres al final termina todo sucio.
Colgamos la nueva lámpara, cortinas, colocamos las mesitas, cabecero, detalles …….planché las sabanas y al final me dieron las diez de la noche, justo para cenar y caerme muerta de cansancio en la cama para el lunes volver a trabajar.
Que si ha merecido la pena?. Si, claro que si!!!. Mucho trabajo en muy poco tiempo pero ya tengo mi dormitorio nuevo J
Como ha quedado? Lo verás en el siguiente articulo.