Fuente: Metropol
1 Materiales porcelánicos también en las paredes. ¿Por qué frenarnos en el suelo? Las paredes también se pueden revestir de materiales resistentes con acabados de diseño. Y, para ello, podemos crear contraste de tonalidades y materiales, o bien otorgar continuidad y longitud al espacio empleando el mismo modelo en el suelo y en las paredes. El resultado, sin duda, será innovador y actual, y ayudará aportar sensación de amplitud.
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2 Saca partido a los relieves. Combinando modelos de suelos y paredes porcelánicos de diferentes texturas y relieves podremos delimitar los espacios. En viviendas definidas por un concepto abierto, con espacios amplios y multifuncionales, la decoración de las paredes se convierte en el mejor aliado para distinguir ambientes, a la vez que mantenemos cierta homogeneidad.
Lo mismo ocurre en espacios con muchos metros cuadrados disponibles, donde dicha combinación nos brinda la posibilidad de jugar con la decoración y explorar nuestro lado más creativo.
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3 Une el interior y el exterior de tu hogar. Los suelos porcelánicos ofrecen tal resistencia que son aptos para decorar también las zonas más sufridas de la casa, como son los jardines y las terrazas. Así, gracias a esto y a los diferentes acabados (natural, pulido, antideslizante...) podemos otorgar una elegante y sofisticada visión estética de unión entre el las estancias interiores y exteriores. Una opción ideal cuando disfrutamos de amplios ventanales o puertas de vidrio al exterior.
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4 Crea personalidad en la decoración. Convierte al suelo y a las paredes en grandes protagonistas de la decoración, con diferentes acabados y una amplia gama cromática de posibilidades. Mezclando materiales y tonos cambiaremos radicalmente el aspecto de nuestra vivienda y le ofreceremos muchísima personalidad.
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